El importe neto de la cifra de negocios se situó en 69.000 euros, un 33% menos que los 104.000 euros del ejercicio anterior, y el resultado de explotación cayó hasta los 86.000 euros, mientras que los gastos de explotación se redujeron a los 382.000 euros.
La firma, que cuenta con el 1,6% de Nueva Pescanova, dispone a 30 de noviembre de 2017 con un capital de 172,4 millones de euros, que representa 28,7 millones de acciones con un valor nominal cada una de ellas de 6 euros.
Entre los máximos accionistas de la participada figura el expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, con el 7,515% del capital social, seguido por Luxempart (5,837%), Silicon Metals Holding (5%), Nova Ardara Equities (3,027%), y Alfonso Paz-Andrado (3,036%).
La 'vieja' Pescanova ha precisado que a 30 de noviembre de 2017 su patrimonio neto continúa por debajo de la mitad de su capital social, por lo que, de acuerdo con el artículo 363.1 de la Ley de Sociedades de Capital, se encontraría en causa de disolución.
No obstante, los administradores entienden que una compañía en fase de cumplimiento del convenio de acreedores no necesita observar el equilibrio patrimonial exigido por la normativa societaria, ya que tanto la Ley de Sociedades de Capital como la Ley Concursal consagran en general la prevalencia del régimen concursal sobre el societario, en tanto que se tramita el concurso. La normativa concursal sería ley especial frente a la societaria, cuando la sociedad en concurso está en situación de desequilibrio.
Respecto a la evolución de la sociedad, la 'vieja Pescanova' ha señalado que mientras no se encuentren oportunidades de negocio "suficientemente atractivas" que permitan retomar la actividad productiva, continuará siendo una sociedad cuyos principales activos son su participación societaria en Nueva Pescanova y una cuenta a cobrar a Nueva Pescanova por los pasivos no segregados.
En este sentido, y mientras dure esta situación, los ingresos de la sociedad serán "poco significativos", y también lo serán los gastos corrientes, en la medida en que la estructura de costes de la sociedad se ha reducido significativamente para adaptarse a esta situación.