La compañía, radicada en Dublín, señaló que establecerá un equipo de personas expresamente dedicado a procesar en no más de diez días las reclamaciones "válidas" presentadas de acuerdo con el Reglamento 261/2004 de la Unión Europea (UE).
Esta normativa comunitaria establece que en caso de anulación o gran retraso de un vuelo, la aerolínea tiene la obligación de atender a los pasajeros afectados y de abonarles una compensación (entre 250 y 600 euros, en función de la distancia y las horas de retraso).
El director de mercadotecnia de Ryanair, Kenny Jacobs, explicó hoy que el nuevo servicio de atención también ofrecerá a los clientes la posibilidad de acceder a información sobre sus alternativas y derechos en casos de cancelaciones o retrasos a través de la web o de la aplicación para dispositivos móviles.
De esta manera, no se verán obligados a llamar a la línea de ayuda telefónica, que en ocasiones se ha visto desbordada por el gran número de contactos.
Así ocurrió cuando Ryanair anunció el pasado septiembre la cancelación de más de 20.000 vuelos hasta marzo de 2018, en respuesta a los fallos cometidos por su dirección en la distribución de las vacaciones de sus pilotos, una medida que ha afectado a unos 700.000 clientes.
Jacobs reiteró hoy que la aerolínea quiere "eliminar la ansiedad" que genera este tipo de situaciones a los pasajeros afectados y "simplificar todo lo posible" su gestión.
"Estamos prometiendo a los clientes que todas las reclamaciones EU261 serán procesadas en un plazo de diez días, frente al de los 28 actuales", agregó el directivo.
Según cifras de las autoridades de aviación, solo en torno a la mitad de los pasajeros que tienen derecho a compensaciones económicas por cancelaciones o retrasos presentan una reclamación, motivo por el que Jacobs indicó que Ryanair estudia la posibilidad de que este proceso de inicie automáticamente.