Que las empresas del sector eléctrico asuman de forma directa el coste del desemantelamiento de las centrales nucleares "no es razonable". Así lo ha expresado Rafael Villaseca, el consejero delegado saliente de Gas Natural Fenosa, argumentando que no se pueden cambiar las reglas del juego cuando quedan plazos muy cortos para que venzan varias de las licencias vigentes del parque nuclear español.
"Cambiar las reglas del juego en este momento es extremadamente negativo, no sólo por la inseguridad que crea, sino por la imposibilidad de resarcirse en estos dos o tres años de este cambio de reglas", ha afirmado Villaseca en la presentación de resultados del ejercicio 2017, que este martes fue sustituido como primer ejecutivo de la gasista por Francisco Reynés, designado presidente ejecutivo de la compañía.
Como ha señalado el propio ejecutivo, Gas Natural es el tercer actor en el mercado nuclear, por detrás de Endesa e Iberdrola. La gasista tiene participación en tres de las siete centrales activas: Almaraz I (11%), Almaraz II (11%) y Trillo (34,5%). Iberdrola ostenta la mayoría en las tres (con un 53%, 53% y 48%, respectivamente), seguido de Endesa (36%, 36% y 2% -a través de Nuclenor, participada por Endesa e Iberdrola al 50%-).
Entre los detalles que ha ido revelando el Ministerio de Energía sobre los ajustes que pretende aplicar al sector eléctrico, el ministro Álvaro Nadal señaló que buscarán que sean los dueños de las centrales nucleares los que se encarguen de forma directa tanto del desmantelamiento como de su coste.
Actualmente, Enresa -la empresa pública que gestiona los residuos nucleares-, asume también el coste del desmantelamiento. Lo hace a través de un fondo al que las propias empresas aportan dinero a través de una tasa que se fija en función de la energía bruta producida en cada central.
Aun así, Enresa va corta de fondos para asumir tanto los desmantelamientos como la gestión de residuos. El plan de Energía es que, además del predesmantelamiento -fase que dura varios años desde la clausura de una planta-, las eléctricas asuman también los costes y el proceso de desmantelamiento. Eso sí, parte del presupuesto de Enresa iría a las propias empresas. El fondo acumulado asciende a 4.500 millones.
"Espero y confío en que esto no se llegue a producir. Aunque somos la tercera en la lista de perjudicados, creemos que no es razonable hacer algo así cuando falta tan poco para que expiren los plazos. Y es imposible que las compañías lo recuperen cambiando las reglas del juego", ha aseverado Villaseca.
Cierre de plantas térmicas
Respecto a las plantas de generación térmica y si Gas Natural se plantea cerrar alguna de sus instalaciones, Villaseca ha subrayado que el problema en este tema es que para cumplir con la normativa europea es necesario hacer "grandes inversiones" en desnitrificación y desulfurización, algo para lo que las empresas deben tener un horizonte legislativo claro para que no se ponga en riesgo su rentabilidad.
"Con independencia de las opiniones medioambientales que se puedan tener y del interés en colaborar en la lucha contra el cambio climático, existe otro factor: la rentabilidad de las inversiones. Para hacer estas importantes inversiones en desnitrificación y desulfuración se requieren dos condiciones: que sean rentables y que haya seguridad jurídica que asegure una década sin cambios regulatorios", ha señalado.
De lo contrario, considera el ya exCEO de Gas Natural, "uno puede invertir estas grandes cantidades y encontrarse que por una medida medioambiental de Bruselas o del Gobierno de España esto se aborta. El futuro tiene que considerarse desde la óptica medioambiental, y el Gobierno en esto será determinante, pero luego a las empresas nos toca ver si tienen sentido desde el punto de vista económico".
Villaseca cierra "satisfecho" su etapa en GNF
Con la designación de Reynés como presidente ejecutivo de la gasista, Villaseca cierra una etapa de 13 años al frente de la compañía.
El ejecutivo a asegurado que se siente "satisfecho", tanto de sus años al timón de la energética como de los resultados del último ejercicio, "un año dificilísimo". "Hemos cumplido el objetivo de beneficio neto. Hemos podido cumplir lo comprometido, en un entorno extraordinariamente negativo, y no hemos dejado de hacer lo que hemos anticipado al mercado", ha subrayado.
Gas Natural Fenosa alcanzó un beneficio neto de 1.360 millones de euros en 2017, un 1% más que en el año 2016. El Ebitda del ejercicio se situó en 3.915 millones, lo que supone un descenso del 16,1% respecto a 2016, una vez reexpresada la cifra por la discontinuidad de los negocios de distribución y comercialización de gas en Italia, distribución de gas en Colombia, distribución de electricidad en Moldavia y generación eléctrica en Kenia. Sin tener en cuenta estas circunstancias, el Ebitda se sitúa al nivel de 2016, en 4.300 millones.
Hacia delante, Villaseca afirma que 2018 las mejores condiciones de mercado se verán reflejadas en sus resultados.