Gas Natural se prepara para reorganizarse en las próximas semanas. La llegada de Francisco Reynés como presidente ejecutivo supondrá un ajuste de sus principales estructuras. Relevará al hasta ahora consejero delegado, Rafael Villaseca, cuyo contrato vencía en mayo y sobre el que sus principales accionistas -tal como adelantó EL ESPAÑOL- coincidían en que no era posible volver a renovar tras trece años al frente la multinacional.
Pero Reynés no ocupará sólo el puesto de consejero delegado: será el principal ejecutivo de la compañía. Dejará de estar a la sombra de Isidre Fainé, que abandona la presidencia ejecutiva. Da un paso al lado, y queda como presidente de honor. La división entre el CEO y el Chairman tan habitual en compañías anglosajonas y que se empieza a imponer entre las principales compañías del Ibex 35.
El paso al lado de Fainé ha sorprendido a todo el mundo, tanto dentro de Gas Natural como fuera; pero sobre todo en el universo Caixa, en donde prácticamente nadie esperaba este movimiento. No hay que olvidar que llegaba a la presidencia de la gasista hace año y medio con fuertes planes de crecimiento para la empresa. Y aunque éstos no se han desvanecido (ya que todavía controla Criteria -máximo accionista de la gasista-) ahora no será él quien los ejecute directamente.
¿Por qué?
Los motivos para apartarse del primer plano son variados, según explican fuentes del entorno del grupo. En parte se debe a motivos personales; aunque también a la necesidad de dar paso a un relevo generacional, igual que hizo en Caixabank cuando cedió el testigo a Jordi Gual para hacerse cargo del día a día.
Fuentes consultadas hablan también de la exigencia de Francisco Reynés de ‘quedarse solo’ al frente de Gas Natural. Evitar la sombra de Fainé -que no la supervisión ya que es su principal accionista-. Algo que, además, le complicaría la posibilidad de desarrollar al completo el Plan de Negocio que diseñe para la gasista de cara a los próximos años.
A ello hay que unirle el hecho de que, con la salida de Reynés de Abertis, Fainé mata dos pájaros de un tiro. Por un lado, acaba con el que es considerado el mayor valedor en el consejo de la concesionaria de la OPA de Atlantia frente a la de Hochtief, despejando el camino a Marcelino Fernández Verdes y a ACS en los próximos días.
La presencia de los fondos
No hay que olvidar tampoco que el segundo accionista de Gas Natural es el fondo Global Infraestructure Partners (GIP), que controla el 20% del accionariado y que reclama desde hace meses un cambio de rumbo en la gasista, y muchas explicaciones. En definitiva, que no estamos ante un consejo precisamente cómodo, que exige rentabilidades -y más que podría complicarse si Repsol materializara la venta de su 20% a CVC o algún otro fondo de inversión-.
GIP considera, además, que es necesario generar valor para el accionista en varios frentes: mediante el dividendo, también por la vía del incremento de su valor y por la generación de nueva rentabilidad. De ahí, por ejemplo, los últimos movimientos de Gas Natural enfocados a poner en valor el negocio de distribución en España, a través de Nedgia, o las últimas desinversiones efectuadas.
Un gigante 'ibérico'
Unas desinversiones que están enfocadas en la generación de caja para realizar un gran movimiento corporativo. La principal candidata es la lusa EDP, con el objetivo de crear un gran gigante ibérico de la distribución. Un movimiento complejo, pero que está en la cabeza de Fainé desde hace meses.
Desde El Confidencial apuntaron que para lograr llevar a cabo la operación, el hasta ahora presidente de Gas Natural estaría dispuesto a dar un paso al lado para demostrar a los accionistas de EDP su intención de ofrecerles la presidencia de la compañía; a cambio de ser él quien nombrara al ejecutivo. Y éste podría ser un primer paso.
Y por si fuera poco, durante este tiempo Fainé ha tenido que enfrentarse en distintas ocasiones al Gobierno. OPA de Abertis al margen, Gas Natural se encuentra enfrentado con el ministerio de Álvaro Nadal en diversas cuestiones de regulación energética y gasista, lo que ha supuesto un cierto desgaste en las relaciones con el Ejecutivo.
Ahora bien, el adiós de Fainé a la primera línea ejecutiva de Gas Natural -y por ende de las principales participadas de la Fundación Bancaria La Caixa- no quiere decir que deje de mantener el poder en la gasista. No hay que olvidar que él continúa como presidente del grupo catalán, lo que le otorga capacidad de decisión como principal accionista .
¿Cuál será el futuro de Gas Natural? El tiempo lo dirá, lo que parece claro es que con la elección de Reynés sí tendrá tiempo de supervisar la redacción del nuevo Plan Estratégico 2018-2020 que se presentará antes de finales de este mes, si no cambian los planes. De hecho, el propio Fainé ha expresado tras su nombramiento "la necesidad de que sea él y su equipo quienes impulsen el nuevo Plan Estratégico que conduzca a la compañía por la senda de su transformación y crecimiento”.