La entidad, cuyos planes pasaron por cerrar prácticamente toda su red de oficina y prescindir de casi el 60 % de la plantilla, destaca en un comunicado que su margen financiero creció un 21,5 %, hasta 174,5 millones, y el margen bruto un 44 %, hasta 289 millones.

El banco, propiedad del fondo estadounidense Apollo, añade que únicamente los ingresos netos por intereses y comisiones, excluyendo los resultados de operaciones financieras y otros no recurrentes, alcanzó un margen ordinario de 195 millones, un 21,41 % más.

En términos de fortaleza financiera, la entidad cerró 2017 con una solvencia CET 1 del 10,69 % y una ratio de capital total de 11,89 %.

La eficiencia mejoró desde el 76,19 % de 2016 hasta el 57,11 %, aunque si se excluyen los ingresos y gastos no recurrentes, en realidad la eficiencia mejora 4 puntos, hasta el 70,94 %.

El volumen de depósitos se incrementó en 2017 un 4,03 %, hasta los 3.138 millones, en tanto que la inversión crediticia se incrementó el 6,6 %, hasta 2.704 millones de euros. EFECOM

mbr/jlm