Duro Felguera sigue en busca de un socio que le permita garantizar su viabilidad más allá del 15 de abril. Es la fecha tope que se han dado empresa y bancos para renegociar la deuda de 350 millones de euros que acumula la ingeniería.
Una búsqueda que, por el momento, no termina de dar los resultados esperados. Sobre la mesa hay dos ofertas de fondos: Bybrook y KKR que no han terminado de concretarse y que, según algunas fuentes, parecen haberse echado atrás.
De confirmarse esa marcha atrás de los fondos de inversión la compañía que ahora preside Acacio Rodríguez se vería en un callejón sin salida. Una situación ante la que un grupo de empresarios asturianos, con Blas Herrero a la cabeza, ultima una oferta concreta por la compañía.
Un plan de negocio
Según explican fuentes conocedoras de la operación el proyecto del empresariado astur está ya muy armado. En la parte económica se quiere negociar con los bancos acreedores (Santander, Caixabank, Sabadell, Bankia y Liberbank) en tres frentes: que sumen 250 millones de euros más en avales a los 700 millones que que tienen actualmente depositados. Esto supondría elevar su exposición a la compañía a cerca de 1.400 millones de euros.
El segundo pasa por la renegociación de las deudas con el objetivo de capitalizarlas. Una vez hecho, este grupo de empresarios se haría con el 51% de los acciones -previo acuerdo de precio con los bancos-.
A continuación se inyectarán en la sociedad entre 150 y 200 millones de euros a través de un préstamo participativo con un interés cercano al precio de mercado actual. Esta sería una de las grandes diferencias con la oferta presentada, por ejemplo, con KKR, que según han publicado varios medios exigiría unos intereses cercanos al 12%.
La tercera cuestión a negociar con los bancos es la puesta a disposición de Duro Felguera de una póliza de crédito durante los próximos ocho años, que le permita tener una cierta fluidez a la hora de efectuar pagos en el corto plazo; y, sobre todo, hasta que empiecen a llegar nuevos proyectos.
Se busca CEO
Según explican las fuentes consultadas este grupo de empresarios es consciente de que una ingeniería requiere de una gestión profesional. Así que su intención es quedar al margen del día a día de la gestión. Apuestan porque el actual presidente, Acacio Rodríguez, se mantenga al frente del consejo de administración. Junto a él -representantes de la banca al margen- se busca un perfil internacional y de reconocido prestigio.
Para el día a día están sondeando el mercado en busca de un CEO que tenga experiencia internacional. Un trabajo del que se está ocupando un headhunter. Un consejero delegado que tendrá que aplicarse para lograr los objetivos fijados en el plan de negocio.
Blas Herrero y el resto de empresarios quieren, según explican fuentes conocedoras de esos planes, es conseguir una facturación anual de 1.000 millones de euros en 2021; un EBITDA de entre 50 y 60 millones. Eso sí, los cálculos estiman que será necesario hacer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a 600 personas de una plantilla de 2.200.
Se podría considerar como un rescate a una empresa ‘patria’ por un grupo de empresarios locales, y que sólo darían el paso si los fondos -en efecto- dan marcha atrás en sus intenciones de hacerse con la compañía.
Fuentes conocedoras del proceso reconocen que la situación en Duro Felguera es crítica. A mediados de enero se iban a liberar 20 millones de euros que permitirían pagar los gastos de enero. Sin embargo, el BBVA se echó atrás y no pudo concretarse.
Proyecto por proyecto
Para salvar el match-ball fuentes financieras explican que la ingeniería ha cambiado de estrategia. Ahora se negocia con cada entidad la liberación de avales y se analiza proyecto por proyecto. De este modo, en caso de negativa de uno, se puede garantizar la llegada de fondos a través del resto de entidades.
Fuentes cercanas al grupo Duro Felguera confirman también a EL ESPAÑOL que la dirección está a punto de cerrar la venta de la sede de Madrid. Según El Economista el fondo Signal sería el interesado en hacerse con el edificio, en una operación valorada en 30 millones.
Al parecer el equipo de Rodríguez confía en cerrar la operación en los próximos días. Sin embargo, prefieren no tirar las campanas al vuelo a la vista de lo ocurrido en anteriores ocasiones. No hay que olvidar que ese edificio estuvo a punto de venderse al Banco Sabadell, y también estuvo interesada Sandra Ortega. Operaciones que, finalmente, no pudieron concretarse.
Guerra en el consejo
¿Qué pasará con la compañía? El tiempo lo dirá. Lo que sí se descarta tajantemente es el concurso de acreedores. Consideran que eso sería nefasto para sus intereses, y también para algunos de los potenciales interesados en Duro Felguera. Y eso que en el último consejo de administración el representante de Inversiones Somió, Antonio Guerrero Camps, pidió que se declarara.
Guerrero, nombrado a principios de febrero representa a los intereses del grupo que sustentaba al anterior presidente, Ángel del Valle, quien presentó su dimisión forzado por la banca. De hecho, fuentes cercanas a la compañía -comité de empresa incluido- explican que tienen la sensación de que Del Valle maniobra en la sombra para intentar torpedear el proceso de venta de Duro Felguera.
Lo achacan al temor a que se descubran trapos sucios de su gestión, pero también a que siente que el actual equipo gestor le ha abandonado en su defensa tras las investigaciones de la Audiencia Nacional por presuntos sobornos a expolíticos y funcionarios del país entre 2008 y 2011 para conseguir contratos en el país. De hecho, está pendiente su comparecencia ante el Tribunal tras su aplazamiento el pasado miércoles.