Las tecnológicas no tienen límites. Poco a poco van invadiendo nuevas fronteras y su (amplia) competencia se prepara para batirse en duelo contra estos monstruos. Si las televisiones tradicionales o las empresas de paqueterías miran con recelo a Facebook, Twitter, Amazon o Netflix, el sistema bancario ve como un serio problema tener que repartir el pastel de los préstamos con el sector de la tecnología.
“En el mundo digital estamos combinando bien la estrategia y la ejecución. En este campo quienes van a marcar el paso en el futuro serán Alibaba, Amazon o Facebook”, explicaba, Francisco González, presidente del BBVA, durante la presentación de los resultados de 2017.
Pero no ha sido la única entidad bancaria que ha activado su botón rojo con las tecnológicas. ING, una de las compañías más digitalizadas del sector, a través de su director general, Ralph Hamers, las tildó de “una amenaza a los bancos tradicionales puesto que los gigantes de Internet disponen de más dinero para blindarse y operar”.
Las nuevas generaciones se han convertido en la nueva gallina de los huevos para las empresas tecnológicas. Según el último estudio de la Fundación Telefónica, el 98% de los jóvenes se conecta a diario a Internet al menos dos horas diarias. El estar informado, realizar compras o ver la televisión a través de los dispositivos, se ha convertido en algo habitual entre los millennials. Y Facebook, Google o Amazon también ha visto el filón para que utilicen sus herramientas para financiarse.
Los bancos, a su medida, intentan fortalecerse con las aplicaciones en las que se pretende a educar e introducir en la optimización del ahorro y controlar el gasto día a día. Pero el imperio de la tecnología ya ha introducido en sus herramientas tareas que pertenecen -o pertenecían- a los bancos.
Amazon es la tecnológica que más se ha esforzado para robar clientes a la banca tradicional. Además de las clásicas financiaciones para comprar productos que lanzó hace seis años, amplió su oferta a pymes y vendedores que operan en su plataforma. La fórmula para encontrar liquidez a la hora del préstamo es simple. Con los intereses generados, que oscilan del 6% y el 17% de los microcréditos a sus usuarios, la tecnológica presta a los proveedores que se hallan en su plataforma.
La empresa liderada por Jeff Bezos ofreció préstamos por más de 1.000 millones de dólares (unos 809 millones de euros) en 2016, frente a los 1.500 millones de los cinco años anteriores, lo que le ha empujado a ser más agresivo en su apuesta con la división financiera.
Facebook también se hace hueco
Y Facebook, una de las tecnológicas con más usuarios en el mundo con dos mil millones de perfiles en su red, también quiere lanzarse en el mundo de la banca. A principios de 2017, la red social hacía oficial que se podían realizar envíos de dinero a través de su chat mediante el bot de TransferWise. De esta manera dos personas en cualquier parte del mundo podrían recibir la cantidad, aunque de momento no todos los países han permitido tal posibilidad.
Algo similar ocurre con Whatsapp. El servicio de mensajería quiere acercarse al mundo empresarial. Para ello, en cada actualización que lanza la compañía, ofrece nuevas funciones para que el sector de los negocios utilice su aplicación como envío de archivos, documentación o vídeos. La función ya está en fase de pruebas, llamada Whatsapp Payment, y estará integrado dentro de Whatsapp Business. Se podrá enviar y mandar dinero a cualquier usuario tanto de Android como desde iOS. El funcionamiento será muy parecido a Bizum o Paypal.
Pero Facebook también va a por los microcréditos. De momento ofrece tal posibilidad a empresas anunciantes en su plataforma. La compañía dirigida por Marck Zuckerberg presta hasta 50.000 dólares para que otra empresa pueda seguir creciendo con unos intereses en torno al 5%. Este proyecto ha nacido este mismo mes de febrero y para ello se ha aliado con la empresa financiera canadiense Clearbanc.
Alibaba el rey de los créditos online
Hay que viajar hasta el lejano oriente para dar con la primera tecnológica que se lanzó al mundo de las finanzas. Y lo hizo a lo grande. Alibaba creó en 2015 MYbank, una entidad online de créditos para pequeñas y medianas empresas. Nació con un capital de 643 millones de dólares y, recientemente, los ejecutivos se negaron a dar cifras actuales hasta la presentación de los nuevos resultados. Durante estos dos años, el gigante se ha aliado con 25 empresas para poder disponer de dinero y ofrecer nuevos préstamos.
Y quiere más. La semana pasada compró el 33% de las acciones de Ant Financial, una empresa que ofrece servicios de pagos móviles y de crédito. "La participación de capital en Ant Financial permite a Alibaba y a nuestros accionistas participar en el crecimiento futuro del sector de la tecnología financiera, así como en los beneficios del crecimiento de usuario y la experiencia mejorada de los clientes", dijo Daniel Zhang, presidente del grupo Alibaba.
En dicha presentación, Huang Hao, presidente de la entidad, lanzó un órdago a la banca tradicional. “Podemos realizar préstamos y ser más fuertes que los bancos gracias a nuestra estructura”, espetó.
Y las telecos, de fondo
El sector tecnológico no es el único que ha mostrado interés en el mundo de las finanzas. Orange lanzó en Francia su propio banco tras comprar el 65% de Groupama Bank hace dos años. En el país galo, Orange Bank está operativo desde noviembre de 2017 y la ‘teleco’ ya tiene en mente pisar territorio español.
El vice consejero delegado del grupo, Gervais Pellissier afirmó que en 2019 Orange Bank será una realidad en España, Por el momento, la entidad permite tener depósitos de ahorro y realizar pagos con tarjetas y el teléfono. En los próximos meses, aspira a comercializar créditos al consumo e hipotecas.