De hecho, en el cuarto trimestre del ejercicio, la multinacional de Atlanta sufrió pérdidas de 2.752 millones de dólares (2.205 millones de euros), frente al beneficio neto atribuido de 550 millones de dólares (440 millones de euros) en el mismo periodo de 2016.
"La compañía apoya la reforma fiscal, pues mejora la capacidad de competir a nivel global de las empresas estadounidenses", indicó Coca-Cola, a pesar de haber contabilizado un cargo extraordinario de 3.600 millones de dólares en el último trimestre de 2017 por este cambio tributario, incluyendo el pago de 4.600 millones de dólares (3.688 millones de euros) por la repatriación de capitales que mantenía fuera de EEUU y un efecto positivo de 1.000 millones de dólares (803 millones de euros) por la reevaluación de sus créditos fiscales.
Asimismo, como consecuencia de la entrada en vigor este año de la reforma fiscal, la multinacional espera que su tasa impositiva efectiva se reducirá al 21% desde el 26% previsto anteriormente.
Los ingresos operativos de The Coca-Cola Company en el conjunto del ejercicio sumaron un total de 35.410 millones de dólares (28.374 millones de euros), una cifra que supone un descenso interanual del 15,4%, incluyendo una caída del 20,2% en el cuarto trimestre, cuando sus ingresos alcanzaron los 7.512 millones de dólares (6.019 millones de euros).
"Hemos alcanzado o superado nuestras directrices para el conjunto del año al tiempo que llevábamos a cabo cambios significativos", declaró James Quincey, presidente y consejero delegado de The Coca-Cola Company.