Lo primero que he sacado en claro es que al irlandés Lane el lunes le espera una buena. En el Eurogrupo le van a presionar como si no hubiera mañana para que dé un paso lado. No gusta eso de que haya dos candidatos en liza para la vicepresidencia del BCE, y parece que van a intentar que el ministro de Economía se quede como candidato en solitario. Veremos si lo consiguen, porque anda bastante empecinado Lane en seguir adelante, y no le veo muy dispuesto a hacer caso a las presiones. Mucho tendrán que prometerle.

Eso me cuentan mis contactos en el Eurogrupo, que también andan un tanto desorientados con la llegada del exgobernador Jaime Caruana al consejo del BBVA. Sospechan que, a lo mejor, nos encontramos con una sorpresa y se convierte en el flamante presidente de la entidad en el 2019 en sustitución de Francisco González.

El intento de Sacyr 

Recuerdan, como muchos han publicado estos días, las batallas que ambos vivieron juntos cuando el BBVA pasó por momentos complicados. El intento de Luis del Rivero -a través de Sacyr- a la presidencia de la entidad allá por 2004, con Zapatero en el poder, y que tuvo que atajar el Banco de España, entonces liderado por Caruana.

No había posibilidad de que diera el salto, dijo el regulador entonces, porque no cumplía con el mínimo de acciones posibles para tener un representante en el consejo. Y se zanjó la cuestión tras meses de tira y afloja.

Además también se recuerda entre miembros del sector en Bruselas la buena relación que hay entre ambos; algo que no ocurría -por ejemplo- con sus ex consejeros delegados, José Ignacio Goirigolzarri y Ángel Cano, que salieron con cajas destempladas de la entidad.

Todo sigue igual

Así que vista la preocupación de mis interlocutores hice un par de llamadas para ver qué estaba pasando. ¿Y qué me dijeron? Básicamente, que mucho tienen que cambiar las cosas para que González cambie de opinión respecto a lo que dijo en la última presentación de resultados. Es decir, que “sería una sorpresa” que le sustituyera alguien que no estuviera en el banco.

“Claro, pero es que Caruana entra en Marzo al consejo, por lo que se le puede considerar alguien del equipo de cara a 2019, cuando González se jubile”, me dijo mi interlocutor.

Sin embargo, mi contacto, buen conocedor de la trastienda de BBVA, me dice que si Caruana llegara a sustituir a González como presidente sería una sorpresa. Es decir, que lo descarta de la carrera.

Así que parece que la cosa sigue como estaba. Torres como ejecutivo y González-Páramo como futuro presidente no ejecutivo. O, a lo mejor, Torres como mero Presidente Ejecutivo; en línea con lo que ha hecho Fainé en Gas Natural con Francisco Reynés.

Ahí no pude ayudar más a mi interlocutor. Al menos logré que se fuera algo más tranquilo.