La delicada situación de liquidez del Popular se vio acelerada a principios de 2017 con las rebajas que las agencias de rating propinaron al banco, tras acoger de mala gana sus resultados anuales y la posterior reformulación de cuentas.
De hecho, la nota de la deuda senior de la entidad se quedó entre 3 y 6 escalones por debajo del grado de inversión en apenas unas semanas. Y las consecuencias no fueron menores. Además de acelerar los rumores sobre la viabilidad de la entidad y la fuga de depósitos, el propio Popular llegó a cifrar en 595 millones de euros el impacto en financiación de la rebaja de rating de DBRS, la única que hasta junio mantenía el grado de inversión de la entidad.
El Acta del último Consejo del banco antes de su resolución evidencia el nerviosismo de los directivos firmantes ante esta situación, reconociendo ellos mismos que la caída del rating limitaba enormemente el volumen de emisión que el mercado podía absorber en aquel momento. ¿Los altos vencimientos en 2020 y 2021 por la devolución de los TLTROs requieren volúmenes de emisión enormes en los próximos años¿, advertía la entidad el mismo 6 de junio previo a su resolución.
En concreto, 30.900 millones de euros hasta el año 2021 inclusive, lo que suponía, según las cifras que manejaba el banco, 25.000 millones de euros más que las previstas en el plan interno de medición de liquidez (ILAAP) hasta 2019, que ascendían a 6.700 millones de euros. O incluso 21.000 millones de euros si el banco hubiese logrado llevar a cabo la posible ampliación de capital de 4.000 millones de euros.
Con la nueva perspectiva, el ratio de financiación estable (NFSR) quedaba entonces bajo el límite regulatorio del 10% en 2019 (95,6%), ¿necesitando 4.500 millones de euros de emisiones adicionales a las planificadas en el plan ILAAP antes de 2019, además de la ampliación de capital y contando con recuperación de depósitos¿.
Teniendo en cuenta estrictamente el saldo de TLTROs (eliminando los vencimientos de cédulas hipotecarias, deuda senior, subordinada y titulizaciones), Popular debía hacer frente al vencimiento de 23.200 millones de euros entre 2020 (16.000) y 2021 (7.200). ¿La necesidad es muy superior a la capacidad de captación de fondos mediante emisiones de un banco muy alejado del grado de inversión, y cuya capitalización oscila alrededor de la décima parte de las emisiones de bonos a realizar¿, explicaban los directivos.
Ahora, todos esos vencimientos han pasado a estar bajo el paraguas del Santander, pues según fuentes financieras consultadas, ¿atendiendo al documento Resolución de la Comisión Rectora del FROB de fecha 7 de junio de 2017, no hay indicación alguna al respecto de la TLTRO, por lo que se entiende que los pasivos son asumidos por el comprador¿. Es decir, el banco cántabro, que el 7 de junio se hizo con la entidad por el valor simbólico de un euro.
Detalle de vencimientos de emisiones y financiación del BCE mediante TLTRO
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