Duro Felguera sigue en el ojo del huracán. El futuro de la ingeniería sigue en el aire después de que los fondos se hayan levantado de la mesa. Tanto Bybrook como KKR han optado por retirarse al no encontrar acogida a sus peticiones entre el pool bancario, pero tampoco entre la directiva que lidera Acacio Rodríguez como presidente. Así que volvemos al punto de partida. Hace falta dinero para seguir adelante.
Lo más urgente es cerrar la venta de la sede en Madrid. Fuentes conocedoras de la situación explican que las conversaciones con el comprador están muy avanzadas, pero que todavía quedan flecos por cerrar. Sin embargo, es fundamental para dos cosas: garantizar el futuro a corto plazo de Duro Felguera, pero también para que la banca tenga las garantías suficientes como para dar lugar al nuevo escenario que se baraja para la compañía.
¿Y por dónde pasa? Básicamente por asumir que hay que hacer sacrificios. Así que las negociaciones entre los bancos (Santander, Caixabank, Sabadell, Bankia, Liberbank y Cooperativo) y el equipo de Rodríguez se centran en decidir cómo se inyectará el último balón de oxígeno a la compañía. O, lo que es lo mismo, tratar de hacer atractiva la llegada de inversores a la compañía. Así que ahora la cuestión se centra en la quita de deuda que se aplicará. Se habla de, al menos, el 75% de la misma, lo que permitiría mantener un nivel aceptable de endeudamiento de cara a futuro.
No hay que olvidar que la exposición de la banca a la empresa es de algo más de 1.000 millones de euros. De ellos, 350 millones corresponden a deuda pura y dura, mientras los otros 700 millones están comprometidos en avales. Necesarios, entre otras cosas, para el desarrollo de los distintos proyectos de la compañía. Sin ellos resulta complejo que la empresa pueda seguir adelante.
Nuevos avales
Parece que la intención del pool bancario es dar un poco de aire a futuro, por lo que estarían dispuestos a poner encima de la mesa otros 170 millones de euros en avales. Con esta propuesta banca y equipo directivo confían en hacer atractiva la compañía. Parece, por tanto, evidente que no tienen interés en permanecer en el accionariado de la compañía. Más bien todo lo contrario.
Todas las opciones están abiertas en este momento. Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL explican que, aunque en este momento no hay interés, sí hay confianza en que -una vez alcanzado el acuerdo con la banca- haya algunas propuestas que puedan concretarse.
Eso sí, el futuro interesado tendrá que tener muy claro que necesita llevar debajo del brazo 150 millones de euros, indispensables para capitalizar la compañía. ¿Quizá los empresarios asturianos liderados por Blas Herrero? El tiempo lo dirá. De momento, están llevando a cabo la due dilligence de la ingeniería.
Salir al mercado
Este periódico avanzaba esta semana la posibilidad de que Duro Felguera se lanzara a una ampliación de capital en el mercado. Opción que todavía no se ha descartado, pero que no está claro si contará o no con el respaldo de todos los bancos involucrados en la operación.
Negociaciones que se llevan a cabo contrarreloj ya que la intención sería tenerla lista para el consejo de administración de Duro Felguera que se celebra el próximo 27 de febrero. En él, además, se tendrán que aprobar las cuentas de 2017. Unos números que van a ser bastante negativos dada la situación por la que atraviesa.
Por si fuera poco, un juzgado de Asturias ha admitido a trámite la demanda de la ingeniería ITK en la que insta el concurso de acreedores de Duro Felguera. Asegura la empresa que se le adeudan 47.000 euros; unas deudas que no son reconocidas por Duro Felguera, desde donde se asegura que no es acreedor suyo. Al menos, es lo que ha dicho en sendos Hechos Relevantes enviados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Ahora la empresa tendrá que presentar las alegaciones correspondientes, pero supone un serio contratiempo que puede poner en jaque los planes de Acacio Rodríguez y el resto del equipo directivo de la empresa.
Los trabajadores
A última hora de la noche de este miércoles el Comité de Empresa ha expresado su sorpresa por lo que está ocurriendo. El documento, al que ha tenido acceso este periódico, se pregunta “quién tiene interés en perjudicar a Duro Felguera y sus trabajadores, y por qué en este momento”.
Un comunicado en el que se apunta, indirectamente, al ex presidente del grupo, Ángel del Valle. Se preguntan si es coincidencia que sus intereses “expresados en el último consejo de administración sean los de llevar la empresa a concurso”. Algo en lo que le apoyaron Inversiones Piles, Inversiones Somio e Inversiones Río Magdalena, hasta ahora máximos accionistas de la empresa.
Se preguntan también “si es casualidad que el nuevo consejero de Duro Felguera”, propuesto precisamente por Ángel del Valle, “sea un abogado experto en concursos y que ejerce de Administrador Concursal”. Por cierto, que EL ESPAÑOL ha intentado ponerse en contacto con el señor Del Valle para obtener su versión de los hechos en numerosas ocasiones en las últimas semanas, sin haber obtenido respuesta por el momento.
Ocurra lo que ocurra, el comunicado de los trabajadores termina pidiendo reclamando que “se les permita seguir adelante”. Sobre todo porque son muchos los puestos de trabajo que depende de Duro Felguera. En concreto, 2.300 personas son las que engloban el grupo en este momento; aunque no se descarta que pueda haber algún ajuste en las próximas semanas dentro del Plan Estratégico que se está preparando.
Venta de filiales
En Duro Felguera se trabaja junto a la consultora Ontier para revisar la estructura de los centros de Madrid y Gijón, ya que la plantilla a nivel internacional “se considera adecuada”, según el propio comité de empresa. En paralelo se trabaja con la implantación de una revisión de procesos, modelos de diseño y construcción, acceso a nuevos segmentos que permita al grupo recuperar seis puntos de margen operativo.
Se analiza también el futuro de algunas de las filiales en donde puede haber ajustes. El objetivo es lograr un ratio de eficiencia del 25%, explican fuentes del Comité. De hecho, la filial Núcleo de Comunicaciones y Control se encuentra en estos momentos con el cartel de ‘se vende’ y parece que existe cierto interés por ella. Se trata de una compañía que proporciona soluciones llave en mano para proyectos de comunicaciones y control en áreas como la aviación, el sector ferroviario o marítimo.
Todas las cartas, por tanto, sobre la mesa. Ahora queda despejar las incógnitas.