A principios de febrero, el operador de infraestructuras de telecomunicaciones Cellnex comunicó su intención de presentar un ERE para 200 personas, el 20 % de la plantilla de ambas filiales, para adaptar la organización al modelo de negocio de la compañía.
Estas fuentes han asegurado que en Retevisión se plantean 149 bajas y en Tradia otras 31, aunque básicamente el grueso del ajuste se haría a partir de prejubilaciones.
Tanto Cellnex como los sindicatos coinciden en el que la adhesión al ERE debe ser voluntaria, al igual que el realizado entre 2012 y 2014, que se cerró con un plan de prejubilaciones.
Podrán acogerse a las prejubilaciones (plan de rentas, según la denominación utilizada en las negociaciones) los trabajadores que al acabar 2017 tuvieran al menos 55 años, y las salidas de la compañía se harían una vez cumplidos los 57 años.
Los afectados recibirían una renta hasta los 65 años equivalente al 75 % del salario neto percibido el último año.
En cuanto a las bajas incentivadas, también serían voluntarias, y el plazo de adhesión se abriría en principio durante todo 2019.
Está previsto que la próxima reunión entre ambas partes se celebre el próximo 27 de febrero.
Fuentes de Cellnex han asegurado a Efe que no harán comentarios sobre la marcha de las negociaciones sobre el ERE hasta que culminen.