Barcelona

La inauguración del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona ha transcurrido dentro de una cierta normalidad institucional, dentro de que la tensión es patente. El Rey Felipe VI ha llegado al recinto ferial a eso de las 10 de la mañana en donde ningún representante de la Generalitat ha participado de la recepción oficial al monarca. 

A su llegada ha sido recibido por las autoridades del MWC y por el teniente de alcalde de la ciudad, Gerardo Pisarello, en lugar de por Ada Colau como marca el protocolo. De hecho, la alcaldesa ha llegado en el mismo autobús que Felipe VI, con quien ha participado en una reunión previa junto a los organizadores del MWC, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Agenda Digital, Álvaro Nadal. Una cita en la que tampoco han participado miembros de la Generalitat, al parecer, por una cuestión protocolaria. 

Foto de familia en la inauguración del Mobile World Congress 2018 Fernando Cano Barcelona

La visita de la comitiva Real ha durado una hora y diez minutos, y daba comienzo con la presencia de Felipe VI y el resto de autoridades a la zona de las teleoperadoras. OrangeVodafone y Telefónica han sido los primeros stands elegidos para hacer la visita. En los pabellones estaban presentes algunos de sus máximos responsables como el consejero delegado de la británica en España, Antonio Coimbra y el presidente de la española, , Álvarez-Pallete, respectivamente. 

Aparentar normalidad

El Rey ha estado acompañado en todo momento por Ada Colau y los miembros del Gobierno y, aunque se intentaba dar sensación de normalidad, la tensión era patente en la comitiva. De hecho, la alcaldesa no ha intercambiado prácticamente ninguna palabra con Soraya Sáenz de Santamaría.

Tras la visita a las operadoras de telecomunicaciones han visitado el pabellón de España, en donde la expectación ante la presencia del monarca era máxima. 

El Rey llega al MWC en Barcelona en medio de la tensión institucional.

Una vez comenzada la visita se han sumado a la comitiva el secretario general de Presidencia de la Generalitat, Joaquim Nin, y el del departamento de Empresa y Conocimiento, Pau Villòria, que han saludado al Rey minutos antes de hacer la foto de grupo de la inauguración. 

En el caso de Villòria lucía un lazo amarillo en la solapa, para reclamar la libertad de lo que el independentismo denomina como presos políticos. 

Dudas sobre el futuro

Al término de la misma, el Rey y Ada Colau han salido juntos, mientras que la vicepresidenta del Gobierno y Nadal han continuado su presencia en la feria. De hecho, se espera que Soraya Saénz de Santamaría pronuncie unas palabras a lo largo de la mañana. 

Pese al intento de aparentar normalidad institucional durante la visita del Rey, las dudas sobre lo que pueda ocurrir con el futuro del MWC siguen encima de la mesa. De hecho, este mismo lunes, el presidente de Telefónica, Álvarez-Pallete, ha asegurado que Barcelona es "la mejor ciudad" para celebrar el congreso anual que reúne a los principales actores de las telecomunicaciones del mundo. 

Y es que, a los problemas que provoca el independentismo en Barcelona, y la presión de los taxistas -que durante algunos días han amenazado con bloquear las calles en protesta contra Uber y Cabify- se suma el empuje de Dubai. Quiere la feria y está dispuesta a hacer lo posible para hacerse con ella; así que parece que debe existir un cierto cierre de filas para conseguir mantener la feria en Barcelona.