Durante el próximo mes Grupo Cobra, filial de ACS, comenzará a construir el parque fotovoltaico de Mula, uno de los proyectos con los que la compañía vuelve a poner en marcha el desarrollo de plantas de generación eléctrica renovable. El proyecto se apoya en los 1.550 MW de potencia instalada que ganó en la subasta de julio del pasado año.
El proyecto murciano, para el que hay una inversión prevista de 315 millones de euros, cuenta con una superficie de 1.088 hectáreas, lo que le convierte en el complejo europeo más extenso en un mismo municipio.
Pero el de Mula no es el único a punto de ponerse en marcha. Cobra tiene sobre la mesa otro proyecto que comenzará a edificarse en el segundo trimestre de este año. Se trata de un complejo solar con un presupuesto de 350 millones que se compone de dos plantas en Aragón, en los términos municipales de Escatrón y Chiprana, con una potencia de 350 y 200 MW respectivamente.
Otros dos proyectos sobre la mesa
Estos proyectos, sumados a los que se encuentran en fase de diseño en Extremadura y Castilla La Mancha, permiten a la compañía indentificar toda la potencia adjudicada en la última subasta y que tienen que estar operativos antes de enero de 2020. Para Cobra, la puesta en marcha de las obras significa un volumen de negocio de más de 1.100 millones de euros en la construcción y una estimación de más de 250 millones en los contratos de mantenimiento en los próximos años.
Esta actividad, por otra parte, también supone una reactivación de la actividad constructora de la filial de ACS en el ámbito de las renovables, ya que la última inversión en este campo se produjo durante el periodo 2013-2015 con la puesta en funcionamiento de una obra termosolar en Extremadura.
Reactivación de las obras
A partir de 2015 los diferentes cambios en la regulación dejaron muy comprometida la rentabilidad de estos proyectos. Así, las distintas energéticas tuvieron que reducir al máximo los costes operativos y de sus tecnologías para adaptarse a la nueva normativa y mantener la rentabilidad sin ayudas públicas.
La puesta en marcha de la construcción de estos complejos ha permitido, por otra parte, incrementar la cartera de Cobra durante el pasado año. Además de las mencionadas iniciativas, con un valor de 1.100 millones, se suman proyectos en todo el mundo que han situado en máximos históricos la cartera de trabajo de la filial de ACS que augura igualmente un crecimiento en la cifra de negocio en los próximos ejercicios.
Ayudan a mejorar los números las previsiones de desinversión, como la última en Saeta Yield pactada con el fondo Brookfield, la de varias instalaciones en España o la venta, hace seis meses, de su desarrollo fotovoltaico Guaimbé, en Brasil.