El grupo francés de distribución minorista Carrefour contabilizó pérdidas por valor de 362 millones de euros al cierre del ejercicio fiscal 2017, frente a las ganancias de 746 millones de euros registradas un año antes, que la compañía atribuyó a las "significativas" depreciaciones de activos registradas.

La cifra de negocio neta de Carrefour durante los doce meses finalizados el pasado 31 de diciembre se elevó a 80.975 millones de euros, lo que representa un incremento del 2,8% respecto a la facturación lograda el ejercicio precedente, gracias al buen comportamiento registrado en Europa (+5,1%, dato que excluye a Francia), y en América Latina (+10,6%).

Los ingresos en Francia cayeron una décima, hasta situarse en 35.835 millones de euros, mientras que en Asia la caída registrada fue del 4,4%, hasta los 5.907 millones de euros.

Asimismo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la minorista francesa se situó en 3.636 millones de euros, un 6,4% menos que el del año anterior, mientras que el retorno de la inversión (Roi) cayó un 14,7%, hasta 2.006 millones de euros.

El presidente y consejero delegado de Carrefour, Alexandre Bompard, aseguró que los resultados de 2017 demuestran la necesidad de implementar sin demora el plan de transformación. El grupo desveló el año pasado 'Carrefour 2022', una nueva estrategia con la que prevé mejorar la competitividad, reducir los efectivos e impulsar el comercio electrónico y la venta de productos naturales durante los próximos cinco años.

Por último, Carrefour ha propuesto el pago de un dividendo por acción de 0,46 euros con cargo a las cuentas de 2017, frente a los 0,70 euros de 2016, una reducción del 34%. Este dividendo representa un pay-out del 45% sobre los beneficios netos ajustados.