Por Foo Yun Chee
La operación, uno de los grandes acuerdos delsector agroindustrial que se han firmado en los últimos años, crearía una empresa que tendrá más de una cuarta parte del mercado de semillas y plaguicidas a nivel global.
Cambios en los patrones climáticos, una fuerte competencia en las exportaciones de granos y una economía mundial estancada han estimulado la consolidación entre los principales actores del mercado, desencadenado protestas de grupos de agricultores preocupados por su poder de mercado.
Bayer ya se ha comprometido a vender algunos activos de semillas y herbicidas por 5.900 millones de euros (7.200 millones de dólares) a BASF para atender las preocupaciones regulatorias de la UE.
Más temprano el miércoles, Bayer dijo que entre las concesiones adicionales a los reguladores antimonopolio estaría la venta de su negocio de semillas de verduras, confirmando un informe de Reuters.
La Comisión Europea, que podría emitir una decisión sobre el acuerdo antes de la fecha límite del 5 de abril, se negó a hacer comentarios.
Bayer tampoco quiso referirse a las declaraciones dadas a Reuters por las fuentes y dijo que continúa en un diálogo constructivo con el organismo antimonopolio de la UE. La empresa agregó que el proceso regulatorio en Europa está más avanzado que en Estados Unidos, donde el acuerdo también requiere autorización.
El acuerdo entre Bayer y Monsanto ha suscitado críticas de ambientalistas y de algunos grupos de agricultores preocupados por el poder de mercado que tendrá la nueva compañía.