En concreto, a partir de mañana se revisarán 371.737 unidades de vehículos Bora fabricados entre el 16 de febrero de 2015 y el 8 de septiembre de 2017, así como 58.651 del modelo Wei producidos entre el 25 de diciembre de 2015 y el 21 de septiembre de 2017.
Según informaron las autoridades, estos coches podrían presentar problemas en el cableado del panel de control debido a su ensamblaje defectuoso, lo que, en casos extremos, podría llevar al automóvil a detenerse y no poder arrancar de nuevo.
La compañía notificará por correo electrónico a los conductores que tengan modelos susceptibles de revisión y someterá a sus vehículos a una inspección gratuita en la que sustituirá el cableado de los paneles de control para evitar riesgos.
Volkswagen ha puesto a disposición de los potenciales afectados una línea telefónica de atención al cliente, una página web y un canal del servicio de mensajería instantánea WeChat, a través de los que pueden consultar si su coche necesita ser revisado.
En septiembre de 2017, el fabricante alemán llamó a revisión a 1,82 millones de automóviles en el país asiático debido a un posible problema en las unidades de control de la bomba de combustible.
Los modelos que se vieron afectados por esta medida entonces fueron los Passat y Magotan, incluidos 22.400 vehículos importados.