Sin contar con esas plusvalías excepcionales, el beneficio ajustado de Thales aumentó un 9 %, hasta 982 millones de euros.
Según la empresa, los resultados presentados hoy superaron sus expectativas y, fruto del optimismo de los inversores, la firma aumentó en Bolsa el 4,75 % a las 13:29 horas GMT.
El resultado de explotación (ebit) de la compañía se situó en 1.540 millones, un 14 % más que en 2016.
Ese Ebit representó en 2017 un 9,8 % de la facturación, siete décimas más que en 2016 y las ventas aumentaron hasta los 15.795 millones, un 6,1 % más que en 2016.
Los encargos se redujeron en 2017 como estaba previsto -en 2016 Thales contó con un contrato excepcional para la construcción de 36 cazas Rafaele en la India-, pero cerraron en 14.920 millones, por encima de los 14.000 millones esperados.
"Nuestro buen rendimiento financiero fue posible por el dinamismo de nuestras acciones comerciales, la mejora de nuestra competitividad y el fortalecimiento de nuestro liderazgo tecnológico", manifestó el presidente general de la empresa, Patrice Caine.
Caine también repasó los planes de la compañía y aludió a la compra de Gemalto, la tecnológica holandesa especializada en sistemas de seguridad por la que se comprometió a desembolsar 5.600 millones de euros.
"Esperamos concluir la operación en el segundo semestre de 2018. Este proyecto cimentará nuestra posición como líder en la transformación digital y nos permitirá ser referencia en la seguridad digital", anotó el ejecutivo.
No obstante, esta operación suscitó algunas dudas entre las agencias de clasificación de riesgo y, el pasado diciembre, tanto Standard and Poor's (S&P) como Moody's degradaron la perspectiva a "negativa" porque esa operación podrá sobrecargar la deuda de Thales, cuyo principal accionista es el Estado francés, con un 26 % de participación.