Este ajuste de plantilla realizado a través de prejubilaciones y bajas voluntarias se enmarca en el plan de reestructuración global de 6.000 despidos dirigido a mejorar la competitividad del grupo en un entorno de precios muy complicado en el sector de turbinas eólicas.
A esta reducción de plantilla en España se suma el despido de las 133 personas que trabajaban en la fábrica burgalesa de palas en Miranda de Ebro, decisión que tomó con posterioridad al plan global dentro de la nueva estrategia de simplicación de productos que sigue ahora el grupo.
Siemens Gamesa anunció hace un mes una reducción de costes de 2.000 millones de euros hasta 2020 para fortalecer unos márgenes erosionados por el desplome en los precios y recuperar de paso la confianza de los inversores tras las dos alertas de resultados que el año pasado borraron un 40 por ciento de su valor en bolsa.
El grupo controlado por Siemens y participado también por una descontenta Iberdrola ahorrará gastos centrándose en una única tecnología por segmento, aumentando la producción en países de bajo coste y optimizando su fuerza laboral externalizando servicios.