Esta revisión del beneficio neto atribuido de la entidad financiera helvética, publicada hoy en su informe anual, supone una caída del 67 % con respecto al resultado registrado en 2016.
La corrección es el "resultado de desarrollos que se han producido después del periodo de cierre" del año fiscal, y es consecuencia de "un aumento de las provisiones para litigios y asuntos reguladores y cuestiones similares", indicó UBS.
En total el banco suizo ha incluido en esta partida 420 millones de francos (358,8 millones de euros).
Estos ajustes redujeron el beneficio operativo antes de impuestos en 141 millones de francos suizos (120,4 millones de euros) y el beneficio neto atribuido en 112 millones de francos (95,7 millones de euros), así como las ganancias básicas y diluidas por acción en 0,03 francos (0,02 euros).
El beneficio neto incluye un gasto en impuestos de 4.139 millones de francos suizos (3.535 millones de euros), principalmente por la corrección de valor (depreciación) que el banco ha tenido que realizar por 2.865 millones de francos (2.447 millones de euros) como consecuencia de la reciente reforma fiscal en EEUU.
Pese a todo, el consejero delegado de UBS, Sergio Ermotti, recibió una prima de 11,4 millones de francos (9,7 millones de euros) por los resultados del banco en 2017, lo que eleva su compensación total para el pasado año fiscal (sin beneficios y contribuciones a su plan de pensión) a 13,9 millones de francos (11,9 millones de euros).