La guerra por Abertis comenzó en abril del año pasado, cuando la italiana Atlantia reconoció su interés por la compañía, un interés que materializó con el anuncio de una opa en mayo, a la que luego le salió una oferta competidora, la de la filial alemana de ACS, Hochtief.
Cuando se aproximaba el momento de que ambas entraran en una guerra de mejoras ansiada por muchos accionistas para rentabilizar al máximo su inversión en Abertis, los dos contendientes dieron un giro en su estrategia y unieron sus fuerzas, lo que evitará que tengan que subir la contraprestación ofrecida.
El pasado lunes, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por Hochtief sobre el cien por cien de Abertis, tras lo que la filial germana de ACS contaba con un plazo de cinco días hábiles para publicar su folleto, entre otros espacios, en diarios nacionales.
La germana anunció que publicaría dicho anuncio mañana por lo que, según marca la ley, el plazo de aceptación de la oferta por parte de los accionistas de Abertis comenzará el martes y se prolongará por espacio de 30 días.
No obstante, dicho plazo podría verse alterado puesto que Hochtief, que ofrece 18,36 euros por acción, debe incorporar al folleto un suplemento para introducir los cambios que implica el acuerdo alcanzado con Atlantia.
Ese suplemento deberá tener el visto bueno de la CNMV, que podría "parar el reloj" si lo considera necesario; así como contener, al menos, el cambio en la forma de pago, puesto que Hochtief ofrece ahora pagar sólo en efectivo mientras que antes daba también la opción de hacerlo en acciones.
Además, deberá modificar el punto en el que aseguraba que no tenía intención de transmitir las acciones de Abertis, puesto que, en virtud del acuerdo alcanzado con Atlantia, estas acciones serán transmitidas a una sociedad de nueva creación coparticipada por el grupo italiano, ACS y Hochtief.
También tendría que incorporar la opción de compra que se ha reservado Atlantia sobre el 34 % que Abertis mantiene en la empresa de telecomunicaciones Cellnex, según han reconocido las compañías, que, por contra, no han avanzado cuál será el futuro de Hispasat.
En paralelo, el consejo de Abertis debe cumplir con el mandato legal de emitir su opinión sobre la oferta lanzada por ACS a través de su filial alemana Hochtief.
Probablemente en ese momento el máximo accionista de la concesionaria, CriteriaCaixa (21,55 %), desvelará si tiene intención de acudir a la opa, algo que ACS y Atlantia dan por sentado.
Por otra parte, las futuras dueñas de Abertis tienen que volver a solicitar al Gobierno las autorizaciones pertinentes en relación a las autopistas de peajes e Hispasat, empresa de satélites controlada por la concesionaria y que Red Eléctrica tiene intención de comprar.
Además, si lo consideran necesario, pedirán autorización a la Comisión Europea, que podría imponerles condiciones en caso de entender que la unión de las tres compañías perjudica la competencia, y a otras autoridades de los países en los que operan.
ACS, Hochtief y Atlantia tienen pensado concurrir juntas durante los próximos cuatro años a proyectos de desarrollos de infraestructuras valorados en 200.000 millones de euros y que la constructora alemana ha identificado en Estados Unidos, Canadá, Australia y Europa, principalmente.