El hecho de que el grupo controlado por Carlos Slim vaya a destinar este importe a recortar deuda y, por ende, a enfilar la senda hacia la recuperación del dividendo, suspendido desde 2013, impulsó la cotización de los títulos de la empresa.
El grupo también participado por Esther Koplowitz cerró la sesión burstátil a 10,40 euros por acción, con lo que conquistó la cota de los 10 euros por título sobre la que no cotizaba desde mayo de 2015, con la excepción de dos días puntales del pasado mes de febrero.
Durante la jornada, las acciones de FCC llegaron a revalorizarse un 6%, dado que marcaron un máximo de 10,10 euros frente a los 9,520 euros a los que cerró el pasado viernes.
Según los términos acordados con su banca acreedora, FCC tiene que reducir su deuda por debajo de un importe equivalente a cuatro veces su beneficio bruto de explotación (Ebitda) para poder volver a repartir dividendos.
Al cierre de 2017, la compañía de construcción y servicios presentaba un ratio de deuda y Ebitda de 4,3 euros, dado que concluyó el año con un pasivo neto de 3.579 millones de euros.
De esta forma, el nuevo recorte de deuda que permitirá la desinversión, tras la reestructuración del pasivo acordada el pasado año, y la vuelta a los beneficios del grupo podrían llevar a FCC a recuperar el pago de dividendo.
Carlos Slim comenzaría así a recibir retribución como accionista de FCC por vez primera desde que en 2015 desembarcó en el capital de la constructora, cuyos socios llevan cinco años sin recibir remuneración alguna.
'JOYA DE LA CORONA' DEL GRUPO.
Se trata además de la segunda ocasión en que FCC utiliza Aqualia, considerada la 'joya de la corona' del grupo, para recortar deuda. En el marco de la refinanciación del pasado año, el grupo levantó 1.350 millones de euros mediante una colocación de bonos de esta flial.
La venta ahora del 49% del capital de Aqualia responde al interés mostrado por IFM mediante una propuesta de compra. Tras la operación, los dos socios prevén mantener la actual estrategia de la compañía enfocada hacia la internacionalización, y buscar sinergias.
Aqualia es, según FCC, la cuarta compañía de gestión de agua de Europa y una de las diez primeras del mundo. La filial tiene actividad en 22 países concentrados fundamentalmente en Europa, el Norte de África, México y Latinoamérica.
Asimismo, la firma constituye el segundo negocio de FCC por aportación de beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo (241 millones de euros, el 30% del total en 2017), y el tercero por ingresos (1.025 millones, el 18% del total).
No obstante, es la primera división por cartera, dado que tiene contratos que le aseguran ingresos futuros por unos 14.800 millones de euros. También era la más saneada, hasta que emitió los bonos. En la actualidad, presenta un endeudamiento de 1.383 millones.