El precio de emisión se ha fijado en el 100% de su valor nominal, con un cupón anual inicial del 2,625%. Se trata de una operación sin vencimiento que la compañía podrá amortizar, a su elección a los seis años. En concreto, Iberdrola tendrá la posibilidad de recomprar el nuevo bono híbrido a la par dentro de*seis*años y, posteriormente, con frecuencia anual coincidiendo con la fecha de pago de intereses.*Los bonos*híbridos*computarán como capital en un 50% de acuerdo a la metodología de las principales agencias de rating.
A partir de la primera fecha de revisión (26 de marzo de 2024) las obligaciones devengarán un interés igual al tipo 'swap' a cinco años aplicable más un margen del 2,061% anual durante los cinco años siguientes, del 2,311% anual durante cada uno de los períodos de revisión de cinco años que comienzan el 26 de marzo de 2029, el 26 de marzo de 2034 y el 26 de marzo de 2039, y del 3,061% anual durante los períodos de revisión de cinco años siguientes.
La demanda recibida en la emisión casi duplicó la cifra final de la oferta, con una colocación a inversores 'verdes' cercana al 50%, según han informado a Europa Press fuentes de la compañía.
Está previsto que el cierre y desembolso de la emisión se realicen el próximo 26 de marzo, sujeto al cumplimiento de las condiciones habituales en este tipo de emisiones. La emisión ha sido colocada por Banca IMI, BofA Merrill Lynch, BNP Paribas, Caixabank, Citigroup, Deutsche Bank, Goldman Sachs International, LloydsBank y Mizuho Securities.
SEGUNDA EMISIÓN DE BONOS HÍBRIDOS VERDES
La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán es pionera en la emisión de bonos verdes. Así, en noviembre del año pasado ya cerró con éxito su primera emisión de bonos híbridos 'verdes' en el Euromercado, por valor de 1.000 millones de euros, con lo que inauguró este mercado en España.
Este tipo de emisiones garantizan que los fondos obtenidos se destinan a la financiación de proyectos sostenibles y socialmente responsables.
Además, estas operaciones se enmarcan en la estrategia de la energética de lograr que buena parte de su pasivo tenga formato verde, de acuerdo a la apuesta de la compañía por un 'mix' energético bajo en carbono.
En esta línea, Iberdrola cerró a finales del pasado mes de enero con 24 entidades financieras la extensión y ampliación de dos créditos sindicados multidivisa por valor de 5.300 millones de euros, en la mayor operación realizada en el mundo supeditada a criterios de sostenibilidad.
La compañía fue el mayor emisor de bonos verdes a nivel empresarial durante 2016 y realizó todas sus emisiones públicas en este formato a lo largo de 2017.
Durante el pasado ejercicio también se firmó el primer crédito verde realizado a nivel mundial para una compañía energética, suscrito entre Iberdrola y BBVA por importe de 500 millones de euros.