Este aumento del beneficio se debió al proceso de transformación que ha experimentado la entidad, a la mejora de la calidad, que se aprecia en la primera caída en cinco años de su ratio de créditos morosos, y al efecto del control de costes, sobre todo de los asociados al pago de intereses, explicó.
La entidad incrementó sus ingresos operativos en un 5,29 %, hasta los 675.654 millones de yuanes (86.770 millones de euros), al tiempo que consiguió reducir sus gastos operativos un 3,58 % hasta los 186.194 millones de yuanes (23.910 millones de euros).
Los ingresos por intereses de préstamos concedidos aumentaron un 6,8 % respecto al ejercicio previo, hasta los 572.688 millones de yuanes (73.540 millones de euros).
En total, concedió préstamos en el año por valor de 2,8 billones de yuanes (359.500 millones de euros), mientras que abrió 1,35 billones de yuanes (173.400 millones de euros) en depósitos nuevos y consiguió aumentar su base de clientes en 38 millones de personas, "el alza mayor de los últimos años".
De su total de clientes, el número de los de tarjeta de crédito ascendió a los 88,59 millones, lo que convierte a la entidad en la mayor emisora de tarjetas de crédito en China.
Uno de sus objetivos principales durante el ejercicio fue la mejora de la calidad de sus activos, que se aprecia en la reducción de su ratio de créditos morosos por primera vez desde 2013, hasta un 1,55 %, frente a la proporción del 1,62 % que tenía el año anterior.
"La calidad general de los préstamos fue estable, con los indicadores clave mostrando sólidas mejoras", apuntó la entidad.
En cuanto a los ratios de solvencia de la entidad, el ratio Tier 1 -recursos propios básicos- bajó al 13,27 %, frente al 13,42 % del año anterior, igual que lo hizo el ratio Core Tier I, desde el 12,87 % hasta el 12,77 % a cierre de diciembre de 2017.
El ratio de apalancamiento fue de 7,51 %, 0,04 puntos porcentuales menos que en 2016.
Para 2018, ICBC detecta oportunidades como la reforma de la oferta en China, que mejorará "la conexión entre el sistema bancario y la economía real"; el desarrollo de las fintech, que permitirá a los bancos "construir un modelo inteligente de servicios financieros"; y la estrategia de desarrollo regional de China, su apertura "que tomará forma" y "las Nuevas Rutas de la Seda".
Todo ello "creará una oportunidad histórica para la internacionalización de los bancos", destacó la entidad.
Sin embargo, también ha localizado ciertos retos como los riesgos financieros, que llevarán a que se impongan "requisitos más altos para los bancos", el ambiente regulatorio, la competencia y la necesidad de buscar "la mejora de la experiencia del cliente".