El Fondo de Resolución está financiado con aportaciones del resto de bancos portugueses pero, en el caso de que no tuviese capital disponible, el Estado tendrá que garantizar su financiación.

En un comunicado divulgado hoy, en el que anunció pérdidas récord de 1.395,4 millones de euros (un 77 % más), el Novo Banco explicó que ha activado el mecanismo de capital contingente, que estaba incluido en el acuerdo de venta con el fondo estadounidense Lone Star, propietario del 75 % restante de la entidad.

"El 31 de diciembre de 2017, el mecanismo fue activado para una compensación de 791,7 millones de euros, para que el banco se mantenga como una institución financieramente sólida y bien capitalizada", recoge el comunicado.

El Novo Banco fue creado en agosto de 2014 con los activos "saludables" del intervenido Banco Espírito Santo (BES) y, en el momento de su nacimiento, fue recapitalizado con un crédito público de 3.900 millones y otros 1.000 millones procedentes del resto de entidades lusas.

El año pasado, el 75 % de la entidad fue vendida al fondo estadounidense Lone Star y el 25 % quedó en manos del Fondo de Resolución, organismo que gestiona el Banco de Portugal.

El acuerdo de venta preveía que el Fondo de Resolución pudiese tener que compensar al Novo Banco para hacer frente a las pérdidas derivadas de los activos problemáticos de la entidad a través del llamado mecanismo de capital contingente, en un máximo de 3.890 millones.

Este mecanismo es activado cuando el valor de esos activos baja de un determinado nivel o cuando los ratios del banco se puedan ver afectados.

El Novo Banco informó este miércoles de que el valor inicial de esos activos (en junio de 2016) era de 7.900 millones de euros, pero que al cierre de 2017 su valor se había reducido hasta 5.400 millones, lo que ha llevado a la activación del mecanismo.

El Gobierno socialista ya había reconocido que el Estado podría tener que poner más capital en el Novo Banco, lo que llevó al Parlamento portugués a solicitar una audición del ministro de Finanzas, Mário Centeno, y del gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa. EFECOM

pfm/mgm