Acumula una revalorización del 243% un año después de que saliera a bolsa en abril de 2017.
La más que popular canción del ‘Cumpleaños feliz’ es la definición perfecta para describir a Gestamp. La empresa española de componentes para automóviles sopla velas este mes de abril en bolsa con subidas del 23%.
Hace un año, Gestamp protagonizaba la mayor salida a bolsa del año pasado, y la mayor de la historia de una empresa vasca. A pesar de las dudas que planeaban por la presión de los fondos de inversión sobre los Ribera -propietarios de la empresa- a cuenta del ajuste del precio de salida, la cotización de los títulos no ha hecho otra cosa que no sea crecer.
Gestamp arrancó con una valoración de 1.000 millones y un valor por acción de 5,6 euros, lo que implicó una capitalización de 3.223 millones de euros. En la última jornada bursátil, la empresa superó los 6,50 euros, lo que supone una revalorización del 23% en los últimos 365 días.
Los resultados obtenidos en 2017, han servido, en gran medida, para que Gestamp pise firme sobre el parqué. La empresa ganó, durante 2017, 239,69 millones de euros en 2017 frente a los 221,3 que obtuvo el año anterior, lo que supone un aumento del 8,2 %.
Además, la cifra de negocio llegó a los 8.201 millones de euros frente a los 7.548 del 2016, es decir, facturó un 8,6% respecto al mismo periodo del año anterior. Unas cifras espectaculares si se echa la vista atrás: en 1997 ‘sólo’ facturaba 200 millones de euros. Cuando comunicó las cuentas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las acciones se dispararon un 2%.
Su gran momento en la bolsa no ha pasado desapercibido por los analistas. JP Morgan, en su último informe sobre la compañía, aconsejaba a sus inversores comprar los títulos de Gestamp. A pesar de la revalorización acumulada, la entidad bancaria cree que puede crecer un 6% aún más y roce los 7 euros donde tiene fijado su precio objetivo de cara a los próximos 12 meses. BNP Paribas, por su parte, es mucho más optimista y le concede un potencial alcista del 12%.
De igual forma, tanto Morgan Stanley, como Renta 4 o UBS inciden en comprar o mantener en cartera los títulos de Gestamp y sitúan su precio objetivo cerca de los 7 euros.
Estados Unidos puso en vilo su crecimiento
Pero Gestamp también tuvo que lidiar con momentos críticos sobre el parqué. Entre julio y septiembre cayó un 16% debido al ‘profit warning’ (recorte de previsiones) que lanzó por su negocio en Estados Unidos. También asumió que la reforma fiscal promulgada por Donald Trump golpearía sus cuentas. La compañía tuvo que asumir una caída de ingresos del 12% en el país norteamericano más el impacto negativo de la reforma impositiva ya citada.
Durante 2017, Gestamp reforzó su posición en Estados Unidos ya que puso en marcha de un centro de I+D en Michigan y su planta número 100 en todo el mundo, situada en Chattanooga (Tennessee). El país norteamericano supone su segundo mayor mercado y cuenta con 3.000 trabajadores.
Estados Unidos es su segundo mayor mercado y en el que cuenta con 3.000 empleados. En 2016, la compañía facturó 1.4.832 millones de euros en el país.
Primer dividendo
El buen momento que vive la compañía en bolsa ha venido acompañada en el reparto de dividendos. Los principales dueños de Gestamp (los hermanos Riberas y Mitsui) se repartieron un dividendo de 0,01153 de euros por acción por los resultados de 2016 -antes de que saliese a cotizar.
Los nuevos accionistas, unas cien instituciones y alrededor de 4.000 pequeños accionistas sabrán en la próxima junta de accionistas (aún sin fecha confirmada) cuál será su retribución.
Diversificación e I+D
Gestamp sigue creciendo y se prepara para los nuevos tiempos. Esta multinacional española cuenta con 100 plantas industriales en 20 países y 13 centros de I+D y está especializada en el desarrollo y fabricación de componentes metálicos.
La actividad de la investigación se centra principalmente en el diseño y desarrollo de nuevos productos dentro del portfolio de productos estratégicos, como parachoques, traviesas de salpicadero, partes móviles y componentes y ensamblados metálicos para carrocería y ejes.
La digitalización también es una parte básica dentro de las paredes de la compañía. El Big Data se ha convertido en una pieza esencial en Gestamp y en sus plantas ya existen tecnologías 4.0 como robots colaborativos, inteligencia artificial, robótica o realidad aumentada.
Fuera de sus plantas, Gestamp también ha movido fichas recientemente. La semana pasada anunciaba que adquirió una planta en Brasil que suministra actualmente componentes de carrocería para el fabricante japonés Toyota. La nueva instalación cuenta con una plantilla de 418 empleados y facturó cerca de 27 millones de euros en 2017. Con esta compra, la empresa cuenta con ocho plantas en territorio brasileño.
A su vez, Gestamp construye una planta en Japón, la primera de la compañía en el país, que entrará en funcionamiento este año y estará dotada con la tecnología de estampación en caliente, que permite fabricar coches más ligeros y seguros. Los fabricantes japoneses representaron en 2016 un 7% de la facturación del grupo, una cifra que se ha multiplicado por tres desde 2010.
También, construirá una nueva planta en Marruecos para reforzar la alianza con su socio Tuyauto. La nueva fábrica estará lista a principios de 2019 y dará trabajo a más de 120 personas. Gestamp cuenta con una presencia global con operaciones en 21 países. El último en incorporarse fue Rumanía, con la adquisición de una planta el pasado año.