El éxodo empresarial en Cataluña suma y sigue, aunque sus consecuencias todavía no se hayan sentido en todo su esplendor. Sin embargo, los datos son tozudos. Entre octubre y el 9 de marzo habían abandonado la región 2.854 compañías, según datos de Informa D&B, que podrían ir ampliándose a lo largo de las próximas semanas.
Un fuga de empresas cuyo principal destino ha sido la Comunidad de Madrid, a donde se han marchado 1.760 compañías, lo que supone un 61% de las ‘fugadas’, seguidas de Valencia y Aragón.
Esto supone una pérdida en términos de facturación para Cataluña de 44.000 millones de euros, con datos de diciembre de 2016. Es decir, que la Comunidad de Madrid ha captado 39.000 millones de euros, lo que supone cerca del 74% de las ventas que se han marchado desde el 1 de octubre tras el referéndum de independencia promovido por Carles Puigdemont.
Si analizamos por ciudades, Madrid es la más beneficada, con 32.600 millones, seguida de Alcobendas con 2.242 millones de euros y Getafe con 966 millones de euros.
El adiós empresarial a Cataluña, que fue liderado por el entorno de las empresas de Caixabank, tuvo su mayor esplendor en la penúltima semana de 2017. Entonces el BORME recogió 307 cambios de domicilio, aunque la decisión se habría tomado semanas antes, ya que hay un cierto retraso desde que se adopta la medida hasta que la recoge el boletín.
Desde entonces, señalan los datos de Informa D&B, se observa una cierta ralentización en la salida de empresas. Sin embargo, en la última semana de febrero se pudo comprobar un cierto repunte, con 214 empresas fugadas.
Durante todo el año
Ahora bien, esta salida de empresas catalanas no es algo que se circunscriba exclusivamente al último trimestre del año. Cataluña presenta un saldo negativo entre entradas y salidas corporativas durante el 2017. De hecho, es la Comunidad que tiene un peor comportamiento, con 1.347 empresas durante el curso. Le siguen País Vasco con -73 y Andalucía y Asturias con -13 cada una.