El orden del día de la asamblea, que será la primera para Marcelino Fernández Verdes como consejero delegado, no incluye punto alguno relacionado con la operación.
No obstante, el consejo de ACS dará cuenta a los socios sobre la situación que presente en ese momento el acuerdo recientemente alcanzado con Atlantia para dejar de lado la 'batalla' de OPAs que libraban desde hacía meses por Abertis y hacerse conjuntamente con el grupo de concesiones.
Entre los puntos del orden del día de la junta figura el nuevo sistema de retribuciones de la compañía para el trienio 2018 y 2020, con el que el grupo pretende adecuarse a los estándares internacionales gobierno corporativo.
Asimismo, ACS propondrá a sus socios el reparto de dividendo, para el que se mantendrá el sistema de 'scrip dividend', que da a elegir a los socios cobrar esta retribución en acciones o en metálico. Además, propondrá reelegir a Deloitte como auditor del grupo.
La compañía que preside Florentino Pérez celebrará su junta anual apenas una semana y media después de Atlantia, que tiene convocada su asamblea para el 20 de abril.
En ambos casos, los grupos se presentarán ante sus accionistas sin que haya concluido la compra conjunta de Abertis que han pactado.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) abrió recientemente el plazo de presentación de la OPA conjunta sobre Abertis y su aceptación, que se extiende hasta el 18 de abril.
No obstante, el supervisor ya avanzó su intención de ampliar este plazo una vez que apruebe la OPA conjunta modificada que ACS y Atlantia ya presentaron el pasado 23 de marzo.
Esta oferta, valorada en unos 18.181 millones de euros, es la que ha presentado ACS a través de su filial alemana Hochtief, dado que, según lo pactado, Atlantia retirará la suya.
Una vez que se liquide esta OPA y Abertis se excluya de Bolsa, su control lo tomará una sociedad conjunta constituida por Atlantia, ACS y la propia Hochtief.
DEUDA MÍNIMA HISTÓRICA
Florentino Pérez, Marcelino Fernández Verdes y el resto del consejo de ACS se presentarán ante los socios en la junta tras cerrar el ejercicio 2017 con una deuda mínima histórica de sólo 153 millones de euros, un 87,4% inferior a la de 1.214 millones de euros contabilizada un año antes.
Además, la compañía logró el pasado año la calificación de 'investment grade', uno de sus objetivos de los últimos ejercicios, y reportó un beneficio neto de 802 millones de euros, 6,8% superior al de un año antes.
De igual forma, ACS dará cuenta de los grandes 'macroproyectos' de infraestructuras sumados en los últimos meses a su cartera de obra, como son los sistemas ferroviarios sin conductor del aeropuerto de Los Angeles y de Montreal, o las obras en el mayor complejo hidroeléctrico que se construye en Canadá.