La transformación del norte de Madrid tendrá que esperar un poco más. El proyecto Madrid, Nuevo Norte que fue acordado entre el Ayuntamiento, Adif y la promotora del proyecto, Distrito Castellana Norte antes del verano amenaza con volver a encallar tras 25 años de discusión.
Al parecer, y según comentan fuentes conocedoras de la situación, el consistorio de Manuela Carmena ha bloqueado un proyecto al que se tendría que haber dado luz verde en el primer trimestre del año en el Pleno y que llega tras el acuerdo con luz y taquígrafos que se alcanzó el pasado verano.
Menos viviendas
Pero ahora las cosas tienen que cambiar. Al parecer, en las últimas reuniones que han mantenido las tres partes implicadas, el Ayuntamiento ha exigido volver a modificar el proyecto. En concreto, para reducir la edificabilidad en cuanto a viviendas se refiere. De este modo, pasarían de 11.000 a 9.000 tras el recorte inicial en más de 5.000. Algo que -según las fuentes consultadas- ha causado un cierto estupor entre los promotores.
Desde Distrito Castellana Norte declinan hacer comentarios sobre estas noticias, y se limitan a recordar que hay un acuerdo encima de la mesa, y que debe respetarse. “Estamos esperando que se cumpla el consenso del 27 de julio. Por nuestra parte estamos listos para empezar ya”, explican portavoces de la promotora.
Fuentes conocedoras de la situación en el Ayuntamiento relatan a EL ESPAÑOL que el principal escollo que hay es la situación de Ahora Madrid. Al parecer, explican, los anticapitalistas rechazan el proyecto Madrid, Nuevo Norte, y se oponen a dar su visto bueno en el Pleno. Una postura a la que se han sumado también los concejales de Izquierda Unida.
La alcaldesa, en la encrucijada
Algunos llegan, incluso, a hablar de ‘secuestro’ en la postura de Manuela Carmena. Básicamente porque la alcaldesa, junto al concejal de urbanismo, José Manuel Calvo, sí son partidarios de sacar adelante el proyecto. Podrían hacerlo al contar con el respaldo del resto de los grupos municipales: PP, PSOE y Ciudadanos. Sin embargo, relatan quienes conocen el Ayuntamiento, dar este paso adelante supondría ponerse en contra de buena parte de su grupo municipal. Ahora bien, para que eso ocurra antes tiene que salir adelante en la Junta de Gobierno donde Carmena y su equipo podrían hacerlo sin gran oposición pero levantando también muchas ampollas en su grupo parlamentario.
Así que la situación es complicada para la llamada Operación Chamartín. De hecho, los concejales consultados por este periódico lamentan estos “vaivenes” por la imagen que envía a potenciales inversores.
Desde el Ayuntamiento de Madrid niegan la mayor. Achacan el retraso a la complejidad de la operación, y a que los técnicos de urbanismo están comprobando que todos los números del proyecto cuadran y coinciden con los planes y requisitos urbanísticos. Recuerdan que supone remodelar casi 3 millones de metros cuadrados; construir 11.000 viviendas; destinar 1,5 millones de metros cuadrados a oficinas y construir distintas zonas comerciales, parques y zonas verdes, así como la remodelación de la estación Chamartín.
De hecho, están convencidos de que la operación va a salir adelante sin ningún problema, pero que todavía queda trabajo y mucho por negociar en las próximas semanas ya que estamos ante la operación urbanística más importante de Europa de los últimos años.
Y mientras tanto, en Adif siguen con atención la evolución de los acontecimientos. Aseguran que se trabaja con “normalidad” para cerrar un acuerdo definitivo. Se trabaja, explican, en el volumen concreto de aprovechamiento de uso lucrativo que pasará a manos de DCN en la futura estación de Chamartín, que será el eje central del proyecto. Algo que, explican, “está recogido en el planeamiento que debe aprobar el Ayuntamiento”.