"Quienes piensan que montar en bicicleta eléctrica no sirve para hacer ejercicio, están equivocados. Claro que se hace y, además, con cada pedalada se avanza mucho más que en una tradicional. Eso mismo les sucede a las pymes con la tecnología: aquellas que la usan llegan mucho más lejos que el resto con el mismo esfuerzo".
De esta manera tan gráfica resume la empresaria Núria Santandreu el sentir de los participantes en un encuentro organizado por EL ESPAÑOL junto con la Fundación Cajasol, Audipasa y Exact. En este II Foro Emprendedores Andalucía: Eficiencia de las pymes y start-ups en la Era Digital se han dado cita en la capital hispalense una decena de pequeñas y medianas empresas que han logrado competir en los mercados internacionales gracias a su tecnología, en algunos casos disruptiva.
Junto a estos empresarios, también han aportado su visión representantes de grandes corporaciones como Grupo Correos y de instituciones como el ICEX y Cajasol, así como el consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano.
Miguel Ángel Uriondo, redactor jefe de Empresas y Medios de EL ESPAÑOL, ha abierto el debate recordando que “somos un país de pymes, con más de un millón y medio de sociedades de este tipo, pero la mayoría muy pequeñas; es necesario que se desarrollen no sólo porque es positivo para ellas, sino para el conjunto de la sociedad”.
La gran pregunta que lanza es cómo lograrlo
En opinión de Ángel Zuate, jefe de Producto de Exact (firma líder en Europa en software de gestión en la nube), “la mejora de la productividad vendrá de la mano de la tecnología y el talento. Debemos tener claro que se han acabado las barreras locales gracias a que la tecnología ha dejado de ser un privilegio exclusivo de las grandes empresas y se ha democratizado para todo el mundo. Es un instrumento fundamental porque nos permite tomar decisiones en tiempo real”.
En la misma línea se expresa Nuria Santandreu, socia directora de Audipasa, una boutique de negocios especializada en asesoría a empresas, quien recuerda que “hace no demasiados años hacíamos un esfuerzo ingente con pocos resultados. Ahora las compañías podemos avanzar mucho más gracias al análisis de miles de datos y, tal y como ha dicho Ángel Zuate, en función de los mismos adoptar las mejores soluciones”.
Precisamente, el ‘big data’ es uno de los asuntos que se han abordado durante la jornada. Juan Francisco Álvarez, director del Instituto Cajasol, lo tiene claro: “El futuro no pasa por analizar los datos antiguos, sino por lo que está sucediendo en cada momento en tiempo real. ¿De qué nos sirve conocer el estado del tráfico de hace dos días en una ciudad? Lo fundamental es poder saber lo que está sucediendo ahora mismo y solucionar así los problemas que surjan”.
Desde la institución que dirige cada vez están apostando más por todo lo relacionado con lo digital y la mejor prueba de ello es que su programa Smart City Wake Up ha logrado financiación europea. Aunque esta nueva era digital suele asociarse a los sectores más novedosos, lo cierto es que está afectando de lleno a todos.
Buen ejemplo es cómo ha revolucionado los servicios postales y en concreto a una empresa como Grupo Correos, una de las compañías más veteranas de España con unos orígenes que se remontan a 1716. “El sector de la paquetería ha cambiado radicalmente y hemos tenido que llevar a cabo numerosos cambios para dar respuesta a esta nueva realidad y, sobre todo, a las demandas de las pequeñas y medianas empresas”, explica María José González, gestora de Ventas de Grupo Correos.
Una nueva realidad que tiene su máximo exponente en el Programa Tomoll, “cuyo objetivo es ayudar a las pymes españolas para que puedan vender en el Alibaba chino”. También está dando su apoyo el ICEX a este tipo de firmas.
“Estamos muy centrados en las pymes porque representan el 99% del tejido empresarial español”, señala José Álvarez Calderón, director territorial de Comercio en Andalucía-Delegado de ICEX. Dentro de las iniciativas de este organismo, añade, cada vez tienen más peso las ayudas a todos aquellos que quieren exportar online. Y si Correos ha puesto sus ojos en Alibaba, el organismo público ha hecho lo propio en Amazon, abriendo una tienda para vender vinos y otros productos españoles.
Este cambio vivido en un sector tan tradicional como es el de los servicios postales es aun más evidente en el de los medios de comunicación. Miguel Ángel Uriondo señala que EL ESPAÑOL es un ejemplo de ello: “En primer lugar, pusimos en marcha un modelo de financiación insólito en el periodismo como es el del crowdfunding. Además, nuestro fundador y director, Pedro J. Ramirez, siempre tuvo claro que debíamos ser un medio totalmente digital porque entendía que el futuro pasa por ahí. Ahora, los números nos dan la razón y el pasado mes de marzo logramos alcanzar los 32,5 millones de usuarios únicos, el doble que hace un año”.
Uno de los asuntos que ha generado un mayor debate es la elevada defunción empresarial, con un porcentaje altísimo de firmas que no llegan al primer año de vida. No hay una respuesta única a este problema, pero todos los participantes coinciden en que muchas veces falta financiación, previsión y un plan de negocio realista.
La batalla por conseguir clientes
“Las start-up mueren fundamentalmente por motivos relacionados con el dinero y con la falta de clientes”, explica Adrián Heredia, CEO de Byld, dedicada a la puesta en marcha de empresas desde cero. Con palabras más sencillas: su trabajo es similar al de una productora de cine, pero en vez de crear películas, dan vida a sociedades y lo hacen de la mano de grandes corporaciones, detectando las necesidades de estas últimas.
Heredia ve otros dos hándicaps bastante habituales: “Por un lado, no todo el mundo está preparado para emprender y muchos lo han hecho por necesidad durante estos años de crisis; y, por otro, existe el ‘efecto Gollum’, que consiste en que muchos emprendedores piensan que tienen un tesoro entre sus manos, cuando en realidad no es así”.
Isaac Ferrer, coordinador del proyecto “100 Caminos al Éxito”, de la Fundación Cajasol, admite que desde su actual puesto intenta que los emprendedores cuenten con todas las herramientas necesarias para triunfar y no fracasen, tal y como le sucedió a él mismo. “Soy un ejemplo de las cosas que no hay que hacer cuando alguien pone en marcha un negocio. Por eso, ahora pretendo que nuestros alumnos no sólo sepan cómo hay que actuar, sino que tengan claros los errores que no deben cometer”.
En este sentido, el empresario José González Garrido se muestra convencido de que los dos retos prioritarios para cualquier persona son contar con financiación y clientes, sobre todo lo segundo, “porque te proporcionan ingresos pero también validación de mercado”. Este ingeniero sevillano es el fundador de Galgus, una empresa de alta tecnología que obtiene el 80% de su facturación fuera de España y cuyo producto principal es un software que permite ofrecer wifi en espacios singulares, en especial, aviones y trenes.
Otro emprendedor de éxito que ha narrado las peripecias de crear un negocio es Jorge Coronado, consejero delegado de Quantika14. Hacker ético, aunque no muy fan de la etiqueta, su firma se dedica a la seguridad digital, pero también aplica la tecnología más puntera para la búsqueda de personas desaparecidas o para encontrar a delincuentes, yendo en estos casos de la mano de los Cuerpos de Seguridad del Estado.
Al margen de los problemas mencionados por sus compañeros de mesa, alerta de que “está muy bien conseguir clientes, pero es fundamental cobrar, porque una tasa elevada de impagos se puede llevar por delante a una empresa”.
Por su parte, Sam Brocal, director y fundador de Media Interactiva, destaca la importancia de tener un plan de negocio bien definido, “saber dónde quieres estar dentro de cinco o incluso diez años”. Brocal recuerda que empezó en 2011 gracias a un préstamo de 6.000 euros y ahora su grupo lo conforman siete empresas, de las cuales cuatro de ellas son start up creadas por ellos internamente.
Ana Molina, cofundadora de Oblumi, añade el “factor equipo” como una de las claves del éxito que ha tenido su dispositivo, el cual se conecta a un teléfono móvil para convertirlo en un termómetro. “Sin mis socios, yo no hubiese sido capaz de sacar adelante este proyecto. Gracias al equipo que hemos formado, exportamos a una veintena de países y hemos firmado un acuerdo con un partner internacional para desarrollar nuevas tecnologías”.
¿Vivir para opositar?
El encargado de cerrar el Foro Emprendedores Sevilla ha sido el consejero de Economía de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, quien ha defendido la apuesta que está realizando el Gobierno del que forma parte para fomentar la innovación, la internacionalización y el emprendimiento. “Cuando utilizo este último término me refiero a algo cultural y de actitud, es decir, un emprendedor es aquel que inicia un negocio, pero también es fundamental que las personas emprendan en las compañías donde trabajan”.
Ramírez de Arellano, catedrático de Física de la Materia Condensada y licenciado en Economía, se muestra crítico con el sistema educativo porque, en su opinión, no está bien enfocado. “Permítanme que lo diga de forma gráfica: los estudios están diseñados para aprobar unas oposiciones. Ese concepto educativo está en decadencia y hay que formar a las personas en capacidades desde una perspectiva mucho más amplia”, ha dicho como colofón a este evento que ha contado con la difusión de AEMME , AJE Sevilla Jóvenes Empresarios, AMADO Consultores, Boutique Legal, Byld, CEAJE, CEPYME, Grupo Correos y FEICASE.