El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha identificado estas cuatro prioridades que marcarán este ejercicio durante la Junta de accionistas de la entidad, la primera celebrada en Valencia tras el cambio de domicilio social.
Al inicio de su intervención, Gortázar ha expresado en valenciano su gratitud a Valencia y a la Comunidad Valenciana por su afecto y hospitalidad, con la que tiene una vinculación "muy especial" por la integración del Banco de Valencia, un compromiso que se ha reforzado con el traslado de la sede social.
Entre las prioridades de la entidad, ha señalado que CaixaBank tiene un 40 % de penetración en clientes y es la principal entidad para la mayor parte de la clientela, un camino por el que quiere seguir para continuar ofreciendo "un servicio de calidad, una experiencia diferencial y una relación basada en la transparencia y la proximidad".
La cuota de mercado de las oficinas es del 18 % -lo mismo en cajeros-, ligeramente por encima de los competidores de la entidad, y la penetración digital llega al 33 %.
Según Gortázar, tienen "los canales" para continuar estando "cercanos" a los clientes, para los que este año lanzará una nueva aplicación móvil de "línea abierta".
Entre los avances en digitalización, ha citado la movilidad que aportan las tabletas con las que se ha equipado a la plantilla, y la transformación de algunas oficinas que han sido diseñadas para dar un mejor servicio en los grandes centros urbanos.
El consejero delegado ha señalado que la entidad debe ser "suficientemente ágil" para acompañar el cambio de la digitalización y tener las capacidades para superar a sus competidores.
Respecto al balance, CaixaBank quiere "seguir siendo un banco referente" en niveles de solvencia y liquidez, y proseguirá con la reducción de activos problemáticos iniciada en 2013 -ya ha reducido un 50 % desde los peores años de la crisis- con la intención de "tener un balance más saneado".
Gortázar ha destacado que este año será "muy importante" para seguir progresando en BPI, ayudado por la mejora de la economía portuguesa. "A través de BPI estamos muy bien posicionados para beneficiarnos de esta mejora" en el crecimiento de la economía y la reducción del paro, ha manifestado.
Entre los objetivos para BPI está situar la rentabilidad en el 10 % en 2010 y mejorar el ratio de eficiencia, y para ello 2018 "será un buen año", ha dicho.
Todas estas prioridades se enmarcan en una manera "diferente" de hacer banca, vinculada a la acción social, para la que se han presupuestado 520 millones de euros.
En el entorno europeo, el consejero delegado ha señalado que está siendo más favorable en una economía más positiva en unos años de crecimiento que "están ayudando a curar las heridas de la durísima crisis", por lo que se avanza "en la dirección correcta".
En caída del crédito, "parece que se acerca el momento de tocar fondo" y a medio plazo se verán crecimientos de crédito en el sector, según ha indicado.
En cuanto a los tipos de interés, "el viento favorable todavía sopla poquito", pero espera "tener algo más de soporte" para mejorar la rentabilidad de la banca en esta parte del negocio.