“No sabemos nada”, comentaba incrédulo el pasado miércoles el presidente de Hispania, Rafael Miranda -también de Acerinox-, en plena junta de accionistas de la socimi, tras conocer que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) había suspendido la cotización de la sociedad inmobiliaria a la espera de que se conociera un hecho relevante para el futuro de la compañía.
Normal, el futuro de la socimi se estaba urdiendo muy lejos de Madrid. A 1.650 kilómetros. En Luxemburgo. Allí, en la calle Eugéne Ruppert del Gran Ducado, en la sede de Alzette Investment -sociedad controlada por el fondo Blackstone-, se estaba dando forma, no a uno, sino a dos hechos relevantes. Los que se conocían en España a primera hora del jueves 5 a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Blackstone aprovecha las ganas de Soros por salir de Hispania
El primero servía para certificar que a Georges Soros, principal accionista de Hispania, le importaba poco o nada lo que debatían en Madrid el resto de accionistas. Ni siquiera esos dividendos que esa junta aprobaba.
Y que Blackstone, sabedor de que Soros estaba como loco por hacer efectivas las plusvalías y olvidarse de esta inversión, le pagaba 315,37 millones de euros por el 16,56% del capital que tenía en Hispania.
Todos contentos. Soros se embolsaba cerca de 150 millones de ganancias netas en esta inversión, tras invertir 190 millones y embolsarse esos 315 millones más otros 13 percibidos en 3 dividendos. Y, por su parte, Blackstone ponía la primera piedra de un proyecto mucho más ambicioso. El de quedarse con toda la socimi.
No tardaba mucho en informar de sus intenciones. Dos minutos después del hecho relevante remitido a la CNMV por Alzette, en el comunicaba la compra de las acciones de Soros, la propia sociedad luxemburguesa enviaba otro al supervisor español la decisión de formular una OPA sobre el resto de acciones de Hispania, comunicando su intención de abonar 1.590 millones por el restante 83,44% que, tras restar el paquete comprado a Soros, le restaría para controlar Hispania en su totalidad.
Rebaja del precio de la OPA desde el primer día
De esta manera, Blackstone asume pagar un precio teórico de 1.905 millones por Hispania. Coste que ya, desde el primer día, ha empezado a rebajar. En esa junta del pasado miércoles, los accionistas aprobaban el pago de 2 dividendos, por un total de 50 millones de euros, de los que el fondo estadounidense, por el 16,56% comprado a Soros, se embolsará 8,28 millones de euros.
También podría haber reducido en otros 35,67 millones la factura, en virtud de un tercer dividendo aprobado en esa junta, pero este montante deberá esperar unos meses, hasta que la OPA se salde con éxito.
Esta retribución -de 1,973 euros por acción, por un total de 215,4 millones de euros- está ligada al cierre de la venta, al fondo Tristan Capital, de la cartera de 25 edificios de oficinas y un terreno propiedad de Hispania. Activos valorados en 600 millones de euros y por los que podrían obtenerse unos 750 millones, a tenor de los precios a los que se han cerrado las últimas operaciones en el mercado terciario de oficinas.
La OPA retrasa, otra vez, la venta de las oficinas
De no haber sido por el anuncio de la OPA, esta operación se hubiera cerrado la semana pasada, inmediatamente después de la junta de accionistas, pero ahora tendrá que esperar por segunda vez.
En octubre de 2017 ya se vio aparcada esta desinversión en pleno auge del desafío secesionista de Cataluña tras el referéndum del 1-O. Y ahora, nuevo retraso por la formulación de la oferta de compra de Hispania por parte de Blackstone.
En el anuncio previo de la OPA remitido el pasado viernes a la CNMV -la solicitud de autorización debe hacerse antes del próximo 4 de mayo-, la empresa luxemburguesa controlada por el fondo estadounidense presidido por Stephen Schwarzmann deja claro que la oferta está condicionada a que no se produzca una venta de activos superior al 5% del valor neto (sin deuda) que tenían los activos de Hispania a 31 de diciembre de 2017. Un porcentaje que se superaría con creces -llegaría al 30%- caso de que se produjera la venta de esas 25 oficinas a Tristan Capital.
No será posible ahora, pero lo será en cuanto salga adelante la OPA. En ese momento, podrá Blackstone descontar el grueso de los 1.900 millones ofertados. Más de 1.000 millones -los que sumen el ingreso de esa venta de oficinas y el dividendo extraordinario que lleva aparejado-, que dejaría en 900 millones los que realmente desembolsaría el fondo estadounidense para, finalmente, quedarse con 46 hoteles (con 13.000 habitaciones), valorados en más de 1.600 millones.