Asimismo, este cambio de modelo dará también como resultado una reducción temporal de los ingresos subyacentes de unos 20 millones de euros a partir de 2019, mientras que la aseguradora prevé que la reestructuración liberará a nivel local unos 2.500 millones de francos suizos (2.100 millones de euros) en 2019 en exigencias de capital, mejorando la transferencia de liquidez al grupo Axa durante los tres siguientes años.

De este modo, a partir de 2019, bajo el modelo semiautónomo, las provisiones de muerte y discapacidad, así como los servicios administrativos seguirán cubiertos por Axa, mientras la responsabilidad de asignación de activos y retornos de inversión corresponderá a las fundaciones.

La aseguradora ha explicado el cambio de modelo de su filial suiza por el actual entorno de bajos tipos de interés y las fuertes exigencias regulatorias en Suiza, que han lastrado la rentabilidad del sector y hacen necesaria una estrategia de inversión "muy prudente", lo que resulta en menores retornos en comparación con un modelo semiautónomo.

"En el entorno predominante, esta reorientación debería permitirnos ofrecer a nuestros clientes pyme en Suiza soluciones de prestaciones laborales más atractivas creando perspectivas de pensiones más altas en la jubilación a menores costes", declaró Antimo Perretta, consejero delegado de Axa en Europa.