En un comunicado, Azora ha detallado que materializará su salto al parqué mediante una oferta pública de suscripción de acciones de (ops) dirigida a inversores cualificados y que su intención es que el "free-float" (porcentaje del capital que cotiza libremente) se sitúe por encima del 50% tras la operación.
Los actuales accionistas han renunciado a su derecho de adquisición preferente sobre las acciones que se emitirán con motivo de la ops y Azora tiene previsto conceder una opción a Goldman Sachs, que actuará como agente estabilizador, para suscribir hasta el 10% de la ampliación de capital.
El proceso de salida a bolsa discurrirá en paralelo a la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por Blackstone sobre Hispania, sociedad cotizada de inversión inmobiliaria (socimi) especializada en hoteles y gestionada por Azora.
Fundada en 2003 por Fernando Gumizio y Concha Osácar, Azora gestionaba al cierre del año pasado activos por un valor superior a los 4.400 millones a través de ocho vehículos de inversión.
En 2017 generó ingresos de 77,6 millones de euros, el 21,4 % más que un año antes, y un resultado bruto de explotación (ebitda) de 37,4 millones, el 34,1 % más.
La compañía prevé usar los fondos captados con la ops a financiar la adquisición de oportunidades de "inversión atractivas en los verticales inmobiliarios estratégicos -como, por ejemplo hoteles- en línea con la estrategia de la sociedad, así como para el fortalecimiento de su negocio en general".
Además, ha otorgado escrituras para comprar el 21,79% de Carey Value Added (vehículo de inversión gestionado por Azora centrado en hoteles urbanos) por unos 35,5 millones, y el 25% que aún no controla de Azora Capital "por un importe equivalente al valor implícito no atribuible de Azora Capital" y teniendo en cuenta el precio al que se coloquen las nuevas acciones de la compañía.
Para Osácar, la salida a bolsa representa un hito en la historia de Azora, una compañía que, en su opinión, aporta al mercado una propuesta de negocio "nueva y atractiva" que combina la exposición a clases de activos inmobiliarios aún sin explotar y con potencial de generar rentabilidades objetivo de dos dígitos.
"El reforzamiento de nuestro balance no cambiará nuestro ADN, sino que lo fortalecerá", ha afirmado la cofundadora de Azora.
La sociedad que prevé reforzar significativamente su balance e incrementar el volumen de activos gestionados con el objetivo de su valor supere los 8.000 millones de euros en 2022.
El foco de la inversión se mantendrá en nuevas oportunidades de negocio atractivas cuya tesis de inversión responda a tendencias sostenibles a largo plazo, en las que exista una falta de capital institucional y en las que crea que puede añadir valor apoyándose en sus capacidades técnicas, operativas y de gestión de activos.
Por ello, seguirá centrada en alojamientos turísticos y residenciales, activos comerciales y deuda inmobiliaria, conjunto que la compañía engloba bajo la calificación de "verticales inmobiliarios estratégicos".
Azora, añade el comunicado, tiene intención de seguir invirtiendo junto con sus clientes en algunas de estas oportunidades de inversión, así como acometer inversiones singulares en las que tenga el control, exclusivo o compartido .
El objetivo "es proporcionar a los inversores una exposición a temáticas de inversión aún sin explotar, con potencial de generar rendimientos superiores a la media en atención al perfil de riesgo de las mismas a fin de alcanzar retornos en torno al 15% del capital propio", añade la nota.