Este descenso se debe, según la compañía, a la caída de las exportaciones y a la inversión en el proceso de digitalización.

El beneficio bruto de explotación (ebitda) descendió un 5,9% en el primer trimestre, hasta 50 millones, mientras que la cifra total de ventas ascendió a 188 millones, un 0,4% menos.

Las ventas de Servicios alcanzaron los 136,5 millones, un 0,8% más que en el primer trimestre de 2017 y un 72,6% de la facturación total.

Las ventas por nuevas instalaciones aumentaron un 25,2%, hasta 13,3 millones, lo que representa un 7,1% del total.

Las exportaciones descendieron un 10,6%, hasta 38,1 millones, y suponen el 20,3% de las ventas.

El importe de los contratos de instalaciones recibidos en el primer trimestre, tanto de nuevas edificaciones como de las existentes, se elevó a 42,1 millones, un 20,9 % más que en igual periodo de 2017.

La cartera de pedidos pendiente de ejecutar se sitúa en 126,7 millones, lo que supone un incremento del 13,3%.