En España, la producción creció un 3,2%, hasta 16.091 gigavatios hora, gracias también a la mayor aportación de las renovables.
La producción con energías limpias aumentó un 14,8 % a nivel global y los incrementos más destacados correspondieron a la eólica marina (86,9%) -por la conexión del parque Wikinger, en Alemania-, a la eólica terrestre (19,1%) y a la hidroeléctrica (6%).
En España, la normalización de las precipitaciones y de las condiciones de viento elevaron un 15,4% la generación renovable.
Destacan los incrementos registrados en la generación eólica (24,4%) y en la hidroeléctrica (6%).
En cuanto al resto de las tecnologías, descendió la producción con carbón (-26,1%) pero subió la procedente de centrales de ciclo combinado (37,3%).
La producción aumentó en todos los países en los que Iberdrola opera: Reino Unido (21%), EEUU (8,2 %), Brasil (8,8%), México (3,9%) y resto del mundo (42,2%).
La capacidad instalada de Iberdrola ascendió, al cierre del primer trimestre, a 48.683 megavatios, un 2,8% más que en la misma fecha de 2017.
La potencia renovable creció un 5%, hasta 29.200 megavatios instalados.
El 60% de la capacidad de Iberdrola en todo el mundo corresponde ya a fuentes renovables.
La demanda de electricidad aumentó un 2 % a nivel global y un 2,4 % en España.
En el negocio de distribución de gas, focalizado en EEUU, la demanda creció un 6%.