La mayoría de fondos e inversores institucionales dieron por hecho que se produciría una ‘guerra de Opas’ entre el grupo italiano Atlantia y ACS por la concesionaria española Abertis, y que esa puja llevaría el precio unitario final de los títulos por encima de los 20 euros.
Pero, al final, el pacto alcanzado entre los pretendientes, anunciado el pasado 13 de marzo, dejaron en evidencia la estrategia de casi todos estos inversores que, desde principios, decidieron comprar acciones a manos. Adquisiciones masivas que llevaban el precio de los títulos al máximo histórico de 19,22 euros que marcaron las acciones de Abertis al cierre de la sesión del pasado 1 de febrero.
A partir de aquí, los inversores empezaron a echar cuentas, y a aflorar el capital de Abertis con el que realmente contaban. Con diferencia, el más perjudicado en esta apuesta ha sido la firma irlandesa Burlington, dirigida por Thomas L. Jempner Jr.
De no tener un solo título de la concesionaria, entre octubre de 2017 y marzo de 2018 Burlington acaparaba 43 millones de acciones de Abertis, equivalentes al 4,351%, por los que pagaba unos 830 millones de euros. Unos 40 millones menos de los que recibirá cuando canjee cada título por los 18,36 euros fijados en el acuerdo entre Atlantia y ACS.
No acaba aquí la cosa. En el mes transcurrido desde el anuncio del acuerdo sobre Abertis, tres de los más grandes inversores institucionales (Norges, BlackRock o UBS) han notificado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) -casi cada día- alteraciones sustanciales del capital que ostentan en Abertis.
Norges, 20 millones de acciones más de Abertis desde enero
El más llamativo lo hacía la pasada semana Norges, el mayor fondo soberano del mundo, con activos valorados en unos 850.000 millones de euros. Comunicaba al regulador español que tenía en su poder casi 31 millones de acciones -el 3,07%- cuando al cierre de 2017 apenas llegaba al 1,1%, con un paquete de de 9,6 millones de acciones, con lo que reconocía que, en ese primer trimestre, apostaba fuerte por esa ‘guerra de Opas’, finalmente frustrada.
Como esos 20 millones de acciones los compraba Norges a un precio medio unitario próximo a los 19 euros, pagando unos 400 millones de euros. Ahora, con los 18,36 euros que se abonarán en el canje se embolsará unos 375 millones.
Pérdidas, por tanto, de 25 millones por ese 2% adquirido entre enero y marzo, que servirán para minorar las ganancias globales del fondo soberano en Abertis. Las que se embolsará Norges por los 9,6 millones de acciones de la concesionaria que atesoraba desde noviembre de 2015.
Plusvalías reducidas de 85 a 35 millones
Entonces, ese paquete se valoraba en unos 115 millones. Ahora, la venta, al precio de canje, le reportará 176 millones. Así, entre unas cosas y otras, Norges liquidaría su inversión en Abertis con unas plusvalías de unos 35 millones, en lugar de los 85 que hubiera llegado a conseguir de haber tenido lugar la esperada ‘guerra de Opas’.
En el caso de BlackRock, la macrogestora dirigida por Larry Fink, la inversión realizada en Abertis en ese primer trimestre de 2018 estuvo mucho más controlada. Un repaso a los movimientos realizados en ese periodo sirve para comprobar cómo el riesgo de BlackRock se limitaba a apenas el 0,15% del capital de Abertis. El equivalente al incremento accionarial registrado entre finales de 2017, cuando contaba con el 3,9%, y el 4,05% que llegaba a acreditar unos días después de anunciado el acuerdo entre Atlantia y ACS.
Riesgo controlado de BlackRock
En todo caso, una nimiedad. Pasara lo que pasara en Abertis, BlackRock saldría ganando, con plusvalías superiores al 50%. Hace algo más de dos años, cuando al cruzar el umbral del 3% del capital, la gestora afloraba su participación en Abertis ante la CNMV, la concesionaria cotizaba a 12,45 euros, pero, como la inversión venía de años atrás -cuando no llegaba a 10 euros-, los beneficios netos serán todavía mayores.
Junto a Norges y BlackRock, el banco suizo UBS es otro de los que se movía en Abertis nada más conocerse el pacto entre ACS y Atlantia. Durante todo este mes ha realizado varias comunicaciones a la CNMV para recoger el resultado de la liquidación de “una serie de transacciones OTC”.
Operaciones over the counter realizadas entre grandes empresas fuera de los mercados organizados. Normalmente suelen involucrar a un banco de inversiones y una gran empresa, pero también se pueden encontrar en un derivado financiero entre dos bancos. Como resultado de estas operaciones, UBS rozaba el 7% de Abertis el pasado 8 de marzo, y cuenta ahora con el 7,85%.