Esta mesa está conformada por quince personas, entre las que se encuentran representantes de las entidades y de todos los sindicatos, que son UGT, CCOO, CGT, LAB, ELA y FITC.
Los sindicatos estaban convocados para comenzar este jueves las negociaciones, que se extenderán, como mínimo, durante un mes, pues se deberán revisar las condiciones laborales de las plantillas de tres entidades diferentes, según las estimaciones de los representantes de los trabajadores.
En este sentido, las fuentes consultadas confían en alcanzar un acuerdo "antes de verano" y prevén que las condiciones que prevalezcan tras la negociación sean las de Santander "en un alto porcentaje".
Para integrar los servicios centrales de Santander y Popular tras la adquisición de este último, el banco que preside Ana Botín y los sindicatos alcanzaron un acuerdo para la salida de 1.100 trabajadores mediante prejubilaciones y bajas incentivadas con el 80% del salario para los empleados que superasen los 50 años de edad, así como diversas primas en función de la antigüedad.
La entidad logró cubrir el 95% de las salidas mediante adscripciones voluntarias. El ajuste de empleo supone una reducción del 3,1% en la plantilla conjunta de Santander España y Popular, que suma unos 35.000 trabajadores.
La integración de los servicios centrales también incluye la recolocación de 597 empleados en otras empresas del Grupo Santander y el acoplamiento de otros 100 trabajadores en la red comercial de ambas entidades.