El Gobierno italiano tomó en mayo de 2017 el control de Alitalia, sin beneficios desde 2002 y con una precaria situación patrimonial, aprobó un préstamo de 900 millones de euros y nombró a tres administradores para sanear sus cuentas y negociar con posibles compradores.
El pasado 10 de abril, último día para presentar una propuesta de compra, se comunicó que se habían recibido tres ofertas y que "los comisarios extraordinarios de Alitalia procederían en los próximos días a su examen" por lo que se necesitaba más tiempo.
A esto se une que Italia se encuentra sin un Gobierno formal debido a que las elecciones del 4 de marzo no permitieron la formación de una mayoría parlamentaria y actualmente se están buscando posibles alianzas.
Respecto a esta operación, la Comisión Europea (CE) anunció hace unos días la apertura de una investigación para determinar si el crédito de 900 millones de euros otorgado por Italia constituye una ayuda de Estado ilegal y si cumple con las normativa europea sobre ayudas a compañías en dificultades.
Al respecto, el ministro de Desarrollo italiano, Carlo Calenda, explicó hoy al comunicar el decreto, que Italia "ha mantenido un intercambió continuo con la Comisión Europea, como demuestra la fijación del tipo de interés relativo al préstamo cuando fue concedido, y que así seguirá siendo".
Por el momento se desconocen los detalles de las ofertas puestas sobre la mesa por Alitalia.
Sólo la aerolínea británica EasyJet anunció que ha remitido una nueva propuesta, como parte de un consorcio, por una Alitalia reestructurada, después de la oferta que presentó en octubre para hacerse con algunos de los activos.