La compañía, la principal petrolera de Estados Unidos y con sede en la localidad de Irving (Texas), informó de que la ganancia neta por acción fue de 1,09 dólares, frente a los 95 centavos de dólar que tuvo en el mismo período de 2017.

La compañía señaló que entre enero y marzo pasados sus ingresos llegaron a 68.201 millones de dólares, por encima de los 58.671 millones que tuvo en el primer trimestre del año pasado.

Los analistas habían calculado un beneficio neto por acción de 1,10 dólares, un centavo más de lo anunciado, y unos ingresos de 67.201 millones de dólares, menos de lo difundido por ExxonMobil.

La firma informó en el comunicado que da cuenta de estos datos que la producción de hidrocarburos durante el trimestre más reciente tuvo como promedio 3,9 millones de barriles equivalentes, un 6% menos que en entre enero y marzo del año pasado, .

El presidente de la firma, Darren W. Woods, destacó el avance de los precios del crudo en el primer trimestre de este año, la eficacia de los costos operativos y el fortalecimiento de su cartera como elementos claves para el aumento de sus beneficios.

De las ganancias logradas por ExxonMobil, la extracción generó 3.497 millones, el proceso posterior o "downstream" aportó 940 millones y la división química 1.011 millones.

También incluyó un resultado negativo de 798 millones por provisiones fiscales y gastos financieros y corporativos.

La extracción de hidrocarburos fuera de Estados Unidos aportó 3.068 millones de dólares, muy por encima de los 429 millones anotados dentro del país.

Los resultados no estaban siendo bien recibidos en Wall Street, ya que los títulos de la firma encabezaban el grupo de pérdidas del Dow Jones de Industriales, con un retroceso del 3,5% en los primeros minutos de la sesión.