La compañía ha llegado a tocar los 0,31 euros por acción a media sesión negociadora, pero después el repunte, que arrancaba a mediodía tras una apertura plana, se ha contenido. Esto ha ocurrido a consecuencia del comunicado que la asturiana ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) donde los avances que se detallan son escasos cuando los rumores de mercado daban la operación casi por concluida.
El hecho relevante explica que ¿dentro del proceso de refinanciación que la sociedad está finalizando con sus entidades financieras de referencia, se está procediendo por parte de las mismas a la aprobación por parte de sus respectivos comités de riesgos de los términos y condiciones de la refinanciación¿. No obstante, la clave ha estado en la siguiente frase, donde se indica que el consejo de administración de Duro Felguera validará la propuesta ¿en próximos días¿.
Mientras tanto, los trabajadores de la firma de ingeniería siguen en pie de guerra contra el expediente de regulación de empleo (ERE) que la compañía ha presentado para los trabajadores de la matriz del grupo y que afecta a 470 puestos en Asturias y a otros 88 en Madrid. Esta reorganización es uno de los puntos clave para que el proceso de refinanciación del grupo salga adelante.
Lo que de momento sí está suscrito y confirmado es un acuerdo de prórroga para el pacto de espera de los acreedores, de manera que hasta el 15 de julio de este año se han comprometido a no forzar el concurso de la compañía. Este aplazamiento se firmó el pasado 16 de abril y es el tercero desde que en julio del año pasado respaldaron esta iniciativa Banco Santander, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankia, BBVA, Liberbank y Banco Cooperativo Español, además del ahora resuelto Banco Popular.
Al cierre del año pasado, la compañía registró una pérdida neta de 254,5 millones de euros, frente a los números rojos de 18,2 millones de 2016. El pacto con la banca incluye una ampliación de capital dineraria de entre 100 y 125 millones de euros.