Las ventas de la compañía crecieron un 6 por ciento hasta los 63.500 vehículos y el margen de beneficio operativo se situó en el 16,4 por ciento, indicó la empresa en un comunicado.

El presidente de Porsche, Oliver Blume, consideró que "los muy buenos resultados" reafirman la estrategia de productos de la compañía.

Blume destacó que las nuevas generaciones de los Panamera y Cayenne han demostrado su popularidad entre los clientes, así como los nuevos modelos 911 GT.

Asimismo, afirmó que persiguen "beneficios saneados y puestos de trabajo seguros" y resaltó que el número de empleados de la firma creció un 7 por ciento respecto al año anterior, hasta los 30.335 trabajadores.

Por su parte, el vicepresidente de Porsche, Lutz Meschke, dijo que "este exitoso primer trimestre crea una sólida base para los próximos meses" y detalló que los servicios de posventa y consultoría contribuyeron también positivamente a los resultados.

Igualmente, indicó que los altos niveles de inversión de la compañía "crearon presiones financieras que se exacerbaron por un tipo de cambio desfavorable".

Meschke aseguró que para convertirse en un exitoso proveedor de soluciones de movilidad deportiva exclusiva deben "seguir invirtiendo fuertemente", pero que en ese periodo de transformación, su objetivo es "permanecer completamente rentables".

La compañía afirmó que mantiene su objetivo estratégico de alcanzar un beneficio operativo del 15 por ciento en 2018 y confió en un impulso de las ventas cuando llegue al mercado el Mission E, el primer vehículo deportivo completamente eléctrico.