La cifra de negocio de Avon entre los meses de enero y marzo sumó un total de 1.393 millones de dólares (1.163 millones de euros), un incremento del 5% respecto a la facturación lograda en el periodo equivalente de un año antes. A tipo de cambio constante, los ingresos se elevaron un 2%.
No obstante, durante el trimestre, el grupo adoptó un nuevo estándar en el reconocimiento de ingresos, que impactó de forma favorable en aproximadamente un 6%.
"Los resultados de Avon del primer trimestre no son satisfactorios y no representan el potencial subyacente del negocio. Durante mis primeros 90 días en el cargo he estado involucrado en una exhaustiva revisión de las operaciones de la empresa, incluso he visitado a muchos de nuestros representantes comerciales", aseguró el consejero delegado del grupo, Jan Zijderveld.
"Aunque estamos enfocados en la formulación de los planes a más largo plazo, ya estamos implementando soluciones a corto plazo que respaldarán nuestro éxito, comenzando con acciones dirigidas a mejorar la prestación de servicios", dijo el directivo.
Al mismo tiempo, Zijderveld añadió que su misión a largo plazo es la de recolocar a Avon en una posición competitiva en el mercado, lo que se llevará a cabo "con urgencia" en el marco de su plan de reestructuración.