La subida, generalizada en todos los mercados, estuvo impulsada por el nuevo todocamino compacto XC40 y de los distintos modelos de la serie 90.
En China, principal mercado de Volvo Cars, las ventas crecieron un 20,2% respecto al mismo mes del año anterior; mientras que las subidas en Europa y en Estados Unidos fueron del 3,1% y del 17%, respectivamente.
Volvo Cars, propiedad del fabricante automovilístico chino Geely, vendió en los cuatro primeros meses del año 200.042 vehículos, lo que supone un 13,6% más que en ese mismo período de 2017.
La firma sueca obtuvo en el conjunto del año pasado un beneficio neto de 10.225 millones de coronas (1.036 millones de euros), un 37% más en términos interanuales, según el balance empresarial presentado por Volvo Cars en febrero.