El test del Banco Central Europeo (BCE), destinado a descubrir cualquier escasez de capital antes de que Atenas salga en agosto del rescate de 86.000 millones de euros, se llevó a cabo de manera anticipada al análisis a otros bancos de la zona euro.
Los resultados de las pruebas a 33 entidades bancarias de otros países de la zona euro serán publicados a comienzos de noviembre.
Las pruebas de resistencia del BCE a los cuatro principales bancos griegos -Piraeus, NBG, Eurobank y Alpha- se adelantó para dar tiempo a solucionar cualquier posible escasez de capital antes de que Atenas salga de su programa de rescate. Alpha Bank fue la entidad con mejor resultado obtuvo en la prueba.
Según el BCE, la prueba del 2018 no fue un ejercicio aprobado o suspenso, ya que no se estableció un límite de capital predeterminado que desencadenaría una necesidad de recapitalización.
"Cualquier decisión de recapitalización se tomará caso por caso, después de evaluar la situación de cada banco a la luz de los resultados de la prueba de resistencia y cualquier otra información de supervisión relevante, siguiendo un enfoque holístico", dijo el BCE.
Después de la difusión de los resultados del análisis, Alpha Bank, National Bank y Eurobank dijeron en declaraciones separadas que la opinión de los supervisores del MUS (Mecanismo Único de Supervisión) era que no tenían déficit de capital y por lo tanto no se consideraba necesario un plan de capitalización.
Los bancos griegos han sido recapitalizados tres veces desde que estalló una crisis de deuda en 2010, pero todavía están agobiados por 96.000 millones de euros de deuda deteriorada. Las entidades financieras se han comprometido a reducir esa carga a 65.000 millones de euros al 2019.