E.on informó hoy de que la facturación se redujo entre enero y marzo un 11%, hasta 9.300 millones de euros, tras la aplicación de las nuevas normas de información contable IFRS15, que redujo las ventas en 1.400 millones de euros, lo que afectó sobre todo a las redes de energía en Alemania y a la República Checa.
Las ventas se redujeron sobre todo en las redes de energía (-30%, hasta 2.954 millones de euros),
Las ventas bajaron en Alemania por la venta de Hamburg Netz, con efectos al 1 de enero de 2018, y en Europa Central y del Este y en Turquía por los efectos de las nuevas normas de información contable.
Pero las ventas mayoristas de energía y a pymes subieron un 3% (6.745 millones de euros), tras el aumento de los precios en el Reino Unido, y las de renovables mejoraron un 7% (401 millones de euros).
La salida a bolsa de Enerjisa Enerji en Turquía resultó en una pérdida contable.
El beneficio operativo de E.on mejoró entre enero y marzo un 43,6%, hasta 1.505 millones de euros.
E.on va a adquirir una participación del 76,8% en Innogy, que era la división de renovables de RWE, y recientemente ha lanzado una oferta por el 23,2 % restante.
Después de que E.on se haga con la totalidad de Innogy, E.on y RWE se repartirán los negocios.
RWE mantiene algunas partes de Innogy y se hará con una participación del 16,67% en E.on y otras actividades.
E.on se va a concentrar en los negocios de redes y distribución de Innogy y RWE en la producción de electricidad.
E.on confirmó sus pronósticos para el conjunto del año y prevé un beneficio operativo de entre 2.800 y 3.000 millones de euros.