Este beneficio es, por contra, menor al obtenido en el cuarto trimestre de 2017, de 1.428 millones de euros.
Sin embargo desde Intesa Sanpaolo subrayaron que si al beneficio de los primeros tres meses de 2018 se suma la plusvalía neta de 400 millones de euros derivados del acuerdo con Intrum por los créditos morosos, la ganancia alcanzaría los 1.650 millones de euros.
Los ingresos operativos netos en el primer trimestre fueron de 4.806 millones de euros, un 14,2% más que los 4.209 millones obtenidos el año anterior.
El resultado de la gestión operativa fue de 2.508 millones de euros, un 16,4% más que los 2.154 millones registrados a fecha de 31 de marzo de 2017.
El banco señaló que estos resultados "están plenamente en línea con el objetivo de un beneficio neto para este año superior a los 3.800 millones de euros de 2017 y de una reducción a la mitad de los créditos morosos previsto en el Plan de empresa 2018-2021".
Intesa Sanpaolo defendió "la mejora de la calidad del crédito" realizada y los créditos morosos se han reducido en 1.500 millones de euros en el primer trimestre de 2018 y en 14.000 millones brutos durante treinta meses.
La incidencia de este tipo de créditos precarios equivale al 11,7% del total equivale al 11,7% en este primer trimestre, y el nivel de cobertura específica de los créditos deteriorados es del 57%.
Por otro lado Intesa Sanpaolo defendió su contribución al apoyo de "la economía real" con la concesión de 15.000 millones de euros en nuevos créditos a medio-largo plazo: 12.500 millones en Italia de los que 11.000 millones se asignaron a familias o pequeñas empresas.
Desde el banco señalaron que "las elecciones estrategias impulsadas" han permitido a este grupo "confirmarse como uno de los más sólidos a nivel internacional".
Entre sus "puntos fuertes" destacó su robusta liquidez disponible inmediatamente, equivalente a 87.000 millones de euros al final del pasado mes de marzo.
Intesa Sanpaolo prevé un 2018 con un aumento del resultado neto respecto a 2017, excluyendo los 3.500 millones de ayuda pública que obtuvo para comprar Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca, así como mayores ingresos y una reducción de los riesgos.