Sánchez Galán, que ha participado hoy en un panel sobre las razones por las que las compañías integran el cambio climático en sus estrategias, dentro del BBVA Sustainable Finance Forum, ha manifestado que el cambio climático es un problema de todos, en el que cada uno tiene que poner su "granito de arena".
Ha explicado que el sector eléctrico tiene tecnología para transformar su modo de producir de forma más eficiente y que serán necesarios cerca de 20 billones de dólares en los próximos 25 años para conseguir la electrificación de la economía.
Sánchez Galán ha añadido que es precisa una acción coordinada entre empresas y Gobiernos para frenar el cambio climático y, en concreto, políticas energéticas "claras" y "transparentes" construidas en base a un diálogo entre todos los agentes, ya que sin esa transparencia y predicibilidad el sector financiero no va a financiar las "inversiones masivas" que se van a necesitar.
Ha indicado que hay cada vez un entorno más favorable desde el punto de vista financiero para incentivar la sostenibilidad y ha vaticinado que llegará un momento en que los bancos centrales introducirán ratios en función del grado de compromiso con estas cuestiones.
Ignacio Sánchez Galán ha dicho que ya muchos fondos soberanos sólo invierten en empresas que renuncian llevar a cabo determinado tipo de actuaciones que inciden en el cambio climático y que, por el contrario, realizan otras que contribuyen a la solución del problema.
En el caso de Iberdrola, ha señalado que la estrategia que adoptó la compañía en pro de las energías renovables ha dado sus frutos y hoy es seis veces más grande y ha pasado de tener un negocio radicado en su totalidad en España a tener el 70 % fuera del país.
En el panel también ha intervenido el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, quien ha indicado que desde una petrolera, como la que él representa, se sabe que se es parte del problema del cambio climático, pero la compañía ha adoptado un compromiso para formar parte de la solución.
En este sentido, ha subrayado la apuesta que Repsol ha hecho por el gas, que será la tecnología que dé soporte y seguridad en la transición energética y el desarrollo de las renovables.
Ha recordado que Repsol ha sido pionera dentro del sector de petróleo y gas en emitir un bono verde el año pasado por valor de 500 millones de euros, que compromete a la compañía a la reducción de las emisiones de CO2 en proyectos de refino.
Por otra parte, ha dicho que en el diseño de la senda más eficiente para la reducción de emisiones van a ser necesarios todos los agentes del sector energético, así como que las estrategias de lucha contra el cambio climático deben ser una oportunidad para las empresas que las adoptan y éstas puedan tener un mejor acceso a la financiación.