La empresa vasca firmó hace un año en Teherán un contrato con la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC, en sus siglas en inglés), de tres años de duración, por valor de 630 millones de dólares (unos 556 millones de euros) para la producción de tuberías y la transferencia del conocimiento técnico a Irán.
El producto será primero suministrado directamente desde España, y la intención es que de forma gradual la producción y la inversión se localizará en el país persa.
El acuerdo de Tubacex se produjo tras el levantamiento de las sanciones internacionales contra Irán gracias al acuerdo nuclear que entró en vigor en enero de 2016, pero ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció su salida del pacto nuclear y la vuelta de las sanciones.
El contrato con Teheran entra en vigor este año. Fuentes de la firma vasca han explicado que es pronto para valorar el impacto de la decisión de EEUU, a la que, han recordado, Europa no se va a sumar.
De momento, el primer año los pedidos son firmes y este año está garantizado, por lo que esperarán a ver cómo evoluciona la situación.
El contrato de Tubacex supone para el País Vasco un salto cualitativo en sus relaciones con Irán: en 2016, las exportaciones a Irán desde el País Vasco fueron de solo 67,33 millones de euros frente a los 60,44 millones que representaron las importaciones a Euskadi desde dicho país.
La situación había cambiado con el acuerdo nuclear y sin sanciones: un total de veinte empresas vascas de distintos sectores fueron en noviembre pasado en una misión comercial a Irán, unas expectativas que ahora se han enfriado.