Además de los 13.000 despidos anunciados, que se concentrarán en labores de apoyo ('back office') y mandos intermedios, BT tiene previsto contratar a 6.000 nuevos trabajadores para impulsar el desarrollo de la red y la atención al cliente.
En este sentido, la 'teleco' prevé realizar inversiones de unos 3.700 millones de libras (4.227 millones de euros) anuales para expandir su infraestructura móvil, así como introducir mejoras en productividad.
La compañía tiene previsto acelerar la reestructuración y transformación de sus servicios globales mediante la introducción de nuevos productos digitales con mayor atención en los mayores clientes a nivel global.
Asimismo, la compañía concentrará su actividad en una treintena de centros estratégicos para reducir ineficiencias, lo que supondrá abandonar sus oficinas centrales en Londres.
"Somos claros líderes de mercado en términos de escala y relaciones con nuestros clientes", declaró Gavin Patterson, consejero delegado de BT, destacando que "esta posición de fortaleza permitirá a la empresa un cumplimiento disciplinado.
Al cierre de su año fiscal, BT logró un beneficio neto de 2.032 millones de libras esterlinas (2.322 millones de euros), cifra que representa un incremento del 6,5% respecto al resultado del ejercicio precedente, a pesar de que los ingresos del grupo cayeron un 1,4%, hasta 23.723 millones de libras (27.109 millones de euros).
En el cuarto trimestre de su año fiscal, la británica obtuvo un beneficio neto de 722 millones de libras (825 millones de euros), un 90% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, mientras la facturación de BT disminuyó un 2,5% interanual, hasta 5.967 millones de libras (6.819 millones de euros).